Alberto de Mónaco recibió un serio aviso sobre su salud, el sobrepeso amenaza su vida

El estado físico del Príncipe de Mónaco es un grave riesgo para su bienestar

Ya es bien sabido que Alberto de Mónaco no es una persona que destaque por tener una forma física formidable. El Príncipe de Mónaco siempre ha lucido unas curvas ciertamente impropias de un cuerpo sano. Y es que, hace años que el monegasco arrastra graves problemas de sobrepeso. Una situación que ya ha comenzado a preocupar, tanto a los médicos como a la población, que, en el Día Nacional de Mónaco se llevó las manos a la cabeza.

La realidad es que, lejos de tratar de mejorar su apariencia física, parece que Alberto se cuida menos con el paso de los años. Y es que, si ya en 2011, cuando se casó con Charlene, lució un traje que parecía estar a punto de estallar, 13 años después, las cosas no han hecho más que ir a peor. Pues, como se pudo ver el pasado 19 de noviembre, Alberto volvió a salir a escena con un traje hecho a medida y cuyos botones luchaban por no salir volando.

Un problema estético y de salud

Si bien es cierto que tener una buena forma física aporta beneficios importantes a nivel estético, la realidad es que la mayoría de los asesores de Alberto II, le han recomendado que cambie la dieta no solo para poder entrar en los trajes y lucir bien, sino que también se lo han recomendado en clave de salud, pues, una persona con el sobrepeso del Príncipe, no es una persona sana, más bien todo lo contrario. Así lo han asegurado fuentes cercanas a Alberto II.

Y es que, como máxima autoridad del país, Alberto no puede permitirse los graves problemas de salud que pueden derivar de su importante sobrepeso. Pues, pese a contar con un importante equipo de nutricionistas a su lado, se ha filtrado que consume comida basura en exceso, comiendo, diariamente, ultraprocesados y alimentos llenos de calorías y grasas poco saludables. Un grave problema que compromete la salud de la máxima representación de Mónaco.

El físico de Alberto, una burla muy habitual

Además, como figura de autoridad, el aspecto que luce habitualmente no ayuda en nada. Buen ejemplo de ello fue su aparición en los Juegos Olímpicos, donde llevó la antorcha durante un pequeño tramo, luciendo un chándal que llevó a que todas las miradas se fijaran en una barriga excesivamente hinchada que provocó miles de burlas en redes sociales. 

Así pues, tanto por temas de salud como de autoridad, no han sido pocos los que han advertido a Alberto II que debe adelgazar cuanto antes, pues su sobrepeso está comenzando a ser un grave problema.