Alberto de Mónaco pide ayuda a Carolina de Mónaco porque la enfermedad no tiene cura
La salud del Príncipe de Mónaco está dando motivos para preocuparse
A lo largo de las últimas semanas se ha especulado mucho sobre el verdadero estado de salud de Alberto de Mónaco. Durante sus últimas apariciones públicas hemos podido ver como el príncipe monegasco mostraba una apariencia muy deteriorada. Su expresión reflejaba cansancio y un malestar muy visible en la mirada de Alberto II. Sin embargo, lo que generó mayor preocupación respecto del Príncipe de Mónaco fueron unas manchas que se podían ver en su rostro. Un posible indicador de que hay un problema importante en la piel o en la salud general del príncipe Alberto.
Esta situación habría provocado que los médicos de la Casa Real de Mónaco se pusieran a trabajar a fondo para encontrar la raíz del problema de salud que podía estar padeciendo el príncipe Alberto. Y es que no estamos hablando de una patología poco importante. Según los estudios médicos, esto podría ir desde algún tipo de reacción alérgica que dejó marcada la cara de Alberto, hasta algún problema circulatorio grave y de carácter crónico.
Carolina de Mónaco está al día sobre la evolución de su hermano
Ante esta situación, la primera reacción por parte del Príncipe Alberto no habría sido otra que la de ponerse rápidamente en contacto con su hermana mayor, Carolina de Mónaco, con la que no se lleva especialmente bien, pero a la que le cuenta cualquier novedad, por buena o mala que sea. En este caso, no solamente llamó a Carolina para informarla sobre su situación, sino que también le pidió ayuda por si le llegaba a pasar algo de mayor gravedad que pusiera en peligro su vida.
Ante esta situación, Carolina de Mónaco tiene claro que sería ella misma la encargada de llevar las riendas del principado hasta que hubiera un digno sucesor para Alberto II. Y es que, si el Príncipe de Mónaco sigue sin ser capaz de responder a los tratamientos para mejorar sus posibles problemas circulatorios, su vida podría comenzar a correr un serio peligro.
Así pues, con la aparición de unas manchas rojizas en el rostro del príncipe Alberto, en Mónaco han comenzado a especular sobre un posible problema de salud agravado por la mala circulación crónica que podría sufrir Alberto II.