La Juventus se pone nerviosa y pasa directamente al plan B
El jugador escogido cuenta con más experiencia que Suárez
Mucha atención a esto porque podría ser uno de los casos más rocambolescos del verano. La Juventus, que lo tiene todo cerrado con Luis Suárez para firmar los próximos dos años con opción a un tercero a razón de 6,5 millones anuales, (que con distintas bonificaciones podrían llegar hasta los 10 kilos) se ha puesto muy nerviosa ante el retraso que está teniendo la firma del acuerdo.
Esto no tendría mayor trascendencia si no se supiese que el equipo de Turín ha intentado desatascar la operación Dzeko para poder firmar a un delantero centro cuanto antes y si esto ocurriese tendríamos, el próximo jueves, la extrañísima situación de la que hablábamos al comienzo de la noticia: Luis Suárez volando a Italia para hacer en Perugia un examen de italiano en busca de la nacionalidad transalpina, el último requisito que necesita para poder firmar con la Juventus de Turín mientras Dzeko está firmando con el club italiano el contrato definitivo.
Solo la posibilidad de que Suárez vaya hasta Perugia para realizar un examen que no serviría para nada tiene miga. En Barcelona están como locos porque el charrúa y los italianos sellen el acuerdo y quitarse así el problema de encima. De lo contrario, la junta culé tendrá una patata caliente muy difícil de gestionar y podría ser el primer problema serio entre la junta y el cuerpo técnico que lidera Ronald Koeman.
La Serie A comienza el fin de semana del 19 y 20 de septiembre y en la Juventus ven como los días van pasando y su 9 sigue sin llegar. Es por ello que, aunque con el jugador culé lo tienen todo cerrado, si las conversaciones con Dzeko y su agente avanzasen mucho este domingo y lunes, el acuerdo se cerraría horas antes de que Luis Suárez hiciese su dichoso examen y por lo tanto fuese totalmente inservible. Un sin sentido total.
Lo que más gusta a Andrea Pirlo del jugador bosnio es que ya tiene experiencia en la Serie A, por lo que su adaptación a la vecchia signora sería mucho más rápida que la de un Suárez que no conoce el campeonato italiano y que además está, claramente, fuera de forma tras un verano muy extraño en Barcelona.