Iba a ser el sucesor de Cristiano Ronaldo: ahora está acabado

Las comparaciones con el luso nunca son buenas

A Cristiano Ronaldo todavía le echan de menos en el Manchester United. Desde que él se fue, no han sido capaces de volver a ganar la Champions League, si bien llegaron a la final en 2011, perdiendo ante el Barça. Y en los últimos años también han perdido su puesto en la Premier League, que no ganan desde 2013. Es más, su pelea en las últimas temporadas ha estado en acabar entre los cuatro primeros, algo que no siempre han podido conseguir.

Y en la máxima competición continental han caído más de una vez en fase de grupos, como en esta temporada. Ahora, con Marcus Rashford, ya han encontrado un dueño fijo para esa banda zurda que ocupó durante tanto tiempo el astro portugués, que se convirtió, en su momento, en el traspaso más caro de todos los tiempos, cuando se fue al Real Madrid. Pero, entre medias, pasaron un gran número de futbolistas que tuvieron más pena que gloria.

Es el caso de Ángel Di María, ex compañero de CR7 en el Santiago Bernabéu, que solo duró un año, antes de marcharse al Paris Saint-Germain. O también, el de Memphis Depay, que llegó como una de las grandes promesas del futbol mundial, procedente del PSV Eindhoven, y que acabó marchándose al Olympique de Lyon por la puerta de atrás. Aunque, el primero que se atrevió a coger ese trono, y que hizo ilusionarse a todo Old Trafford, fue otro.

Federico Macheda, probablemente un desconocido para casi todos a día de hoy, estaba llamado a hacer olvidar a Ronaldo. Tuvo una irrupción fulgurante en el equipo que en ese momento entrenaba sir Alex Ferguson, y al que había llegado desde la Lazio. Pero, pese a comenzar marcando goles, se estancó, y comenzó un periplo de cesiones que le llevó a jugar en muchos equipos. Sampdoria, Queens Park Rangers, VFB Stuttgart, Cardiff City, Birmingham City, Nottingham Forrest…

Ahora, a sus 29 años, juega en la liga griega, en las filas de Panathinaikos. Y apenas ha conseguido sumar cuatro goles. Apuntaba alto, pero será otra gran promesa que se ha quedado en el camino.

Por desgracia, hay demasiadas.