Guardiola lo proyectó como crack y Luis Enrique lo echó del Barça: nueva estrella ilusiona en Italia

El actual jugador de la Lazio está jugando a un gran nivel pese a sus 36 años

El fútbol es un deporte muy injusto, y es que por muy grandes que sean algunos jugadores no siempre se llevan el reconocimiento merecido. Es el caso de Pedro Rodríguez, ‘Pedrito’, que es toda una leyenda del Barça, pero cuyo rendimiento y entrega mostrados en su etapa como culé nunca fueron suficientemente reconocidos. Ahora, años después de ser despreciado por Luis Enrique, el canario sigue mostrando el gran jugador que es.

Pedro, es uno de esos jugadores a los que no se les nota el paso del tiempo, a sus 36 años el tinerfeño sigue siendo ese mismo jugador que enamoró a la afición culé. El tinerfeño pasó del calvario vivido en la Roma a ser una estrella en la Lazio, donde ya suma un total de 17 goles y 10 asistencias desde que la temporada pasada comenzara a vestir la elástica de la Lazio, convirtiéndose así en uno de los referentes del equipo entrenado por Sarri.

El internacional español fue uno de los líderes del mejor Barça de la historia, bajo las órdenes de Guardiola. ‘Pedrito’ se convirtió en Pedro y era el complemento ideal para Messi. El canario no negocia ningún esfuerzo y si el equipo funcionaba, era en gran parte por su culpa: presión, trabajo defensivo, desborde, gol y saber estar en los partidos importantes son algunas de las miles de virtudes de la leyenda blaugrana.

Con 36 años, se podría pensar que Pedro está llegando al final de su carrera. Sin embargo, su ilusión por ganar y lograr granes éxitos con la Lazio se mantiene intacta. Además, cuenta con la plena confianza de Sarri, quien desde el primer momento aseguró estar encantado con su jugador: “Nunca falla en los partidos importantes. Es técnico, rápido… Siento debilidad por él. Creo que está subestimado”.

No le falta razón a Sarri, Pedro nunca ha tenido el reconocimiento que merece, un jugador no acumula 700 partidos profesionales en Barça, Chelsea, Roma y Lazio si no es un auténtico crack. Sin embargo, el de Tenerife nunca ha buscado los focos ni ha levantado de más la voz, algo que pese a no darle el reconocimiento merecido siempre le ha otorgado el amor de sus aficionados.