El Inter lo hace oficial a pesar de las enormes presiones y quejas

El club italiano decide continuar adelante contra todo pronóstico

Los tiempos cambian y con ello deben hacerlo las personas y todo lo que las rodea. Cuando estos cambios afectan a iconos muy concretos como son, por ejemplo, los escudos de fútbol, el debate está servido. Es muy habitual que en el momento en el que un club decide retocar uno de los puntos que más llegan al corazón de sus aficionados, como es el propio escudo, salte la polémica. Antes les ha pasado a Atlético de Madrid o Deportivo Alavés en España y a la propia Juventus de Turín en Italia, hace ahora 4 años.

La necesidad de comunicar en diferentes formatos y a través de muy distintos canales hace que las formas y figuras que representan a los equipos tengan que ser cada vez más sencillas. Es por ello que son varios los equipos que se han decidido a dar el paso de sintetizar en nuevos escudos los que ya poseían desde finales del siglo XIX o comienzos del XX.

Ahora le ha llegado el turno al Inter de Milán. El conjunto italiano ha decidido dar el paso, tras varios meses de trabajo, de una agencia de comunicación encargada de rehacer la identidad visual de los de la Toscana. El resultado ya se ha hecho público y, como ocurre siempre en estos casos, no ha dejado indiferente a nadie. Los interistas pueden ver a dos de sus figuras, Lukaku y Lautaro, protagonizando algunas de las imágenes como máximos exponentes de la grandeza del Inter en la actualidad. Las quejas de la afición no se han hecho esperar, pero el Inter sigue adelante con el proyecto. 

Fuerza, coraje y futuro son algunos de los valores que quiere atribuir el nuevo escudo al club neroazuro. El Inter está dispuesto a volver a la élite, esa que abandonó hace ya más de una década, tras la salida de Mourinho y la Champions de 2010 ganada al Bayern en el Santiago Bernabéu. Y para hacerlo su dueño y presidente, Steve Zhang, creía que todo debía empezar por una modernización de la forma en la que comunican al exterior.

Ahora Lautaro, Lukaku y compañía deberán hacer lo propio en el terreno de juego para terminar de llevar al Inter al siglo XXI.