Santi Cazorla más allá del simbolismo, con ganas de devolver al Real Oviedo a Primera División

Desde que llegó la temporada pasada al Real Oviedo, Santi Cazorla ha demostrado que no ha venido a pasar el rato y que quiere devolver al club a la élite

El regreso de Santi Cazorla al Real Oviedo ha sido uno de los grandes acontecimientos en el fútbol español en los últimos años, especialmente para los seguidores del equipo asturiano. Cazorla, que empezó su carrera profesional en este club hasta 2003, decidió regresar la pasada temporada, consolidando un ciclo lleno de logros en su carrera y demostrando que su vuelta no era simplemente para retirarse en el equipo de su corazón, sino para aportar su talento y experiencia en el intento de devolver al Oviedo a la Primera División.

Desde su regreso, Cazorla ha asumido un rol central en el esquema del equipo, convirtiéndose en un referente tanto dentro como fuera del campo. Su capacidad para controlar el juego, su visión y precisión en los pases, así como su habilidad para liderar, lo han hecho fundamental en las aspiraciones del Oviedo, que busca regresar a la élite del fútbol español tras muchos años en categorías inferiores. Lejos de ser un jugador en el ocaso de su carrera, Cazorla demuestra cada jornada que aún tiene mucho que ofrecer, siendo un motor en el centro del campo y un creador de juego indispensable para el equipo.

Cazorla ha asumido un rol central en el Real Oviedo

Seguramente no pueda jugar los más de 90 minutos de partido todos los fines de semana, y la necesidad de dosificarle esté ahí, pero desde que llegara (de nuevo) al club carballón la temporada pasada, su presencia es más que significativa. Le da al equipo asturiano un plus y un aplomo que pocos jugadores son capaces de transmitir en un terreno de juego, y el Real Oviedo ha pasado de ser un equipo que pelea por no descender a estar a punto de subir la temporada pasada a Primera Divisón, y con aspiraciones de convertirlo en realidad esta temporada.

Cazorla en el Real Oviedo. Foto: Gtres

El currículum de Cazorla es excepcional. Tras su paso inicial por el Oviedo, el centrocampista asturiano militó en clubes como el Villarreal, el Málaga y el Arsenal, donde ganó reconocimiento internacional y desplegó su mejor fútbol. Además, Cazorla fue una pieza clave para la selección española, con la que ganó dos Eurocopas (2008 y 2012). Su carrera se vio afectada por una grave lesión en el tobillo que lo alejó de los terrenos de juego por casi dos años, pero, contra todo pronóstico, regresó con fuerza y, tras su paso por el Villarreal y el Al-Sadd de Qatar, decidió regresar a Oviedo en lo que parecía el cierre ideal para su carrera.

Una carrera llena de éxitos a nivel de clubes y selección

Sin embargo, lejos de tratarse de una "vuelta simbólica," su compromiso con el equipo va más allá de los sentimentalismos. Su presencia no solo ha elevado el nivel del equipo, sino que también ha servido como ejemplo para los jugadores más jóvenes, quienes ven en él una referencia de profesionalismo y perseverancia. La influencia de Cazorla no se limita a sus habilidades futbolísticas, sino que su carácter y dedicación han revitalizado la ambición del club y la ilusión de los aficionados, quienes sueñan con verlo liderar al Oviedo en Primera División.

La afición ovetense y el club recibieron a Cazorla con los brazos abiertos, y su participación activa en el equipo representa la esperanza de una nueva etapa exitosa para el Real Oviedo, con un sueño de ascenso cada vez más tangible y que va cogiendo forma semana a semana. Sin duda, sería un final de carrera soñado para un jugador de época.