¡Despedido! Messi lo celebra y espera que no vuelva por Barcelona jamás
El entrenador estaba cumpliendo con los resultados pero el vestuario se le había partido en dos
No bajan calmadas las aguas en Barcelona. Ni en el equipo ni en la ciudad. Ambos están en llamas. La ciudad se está quemando por las noches con tanta revuelta. El equipo se quema a fuego lento. Es como una muerte anunciada que va, no sabemos muy bien como, prolongándose en el tiempo. El equipo volvió ayer a ganar, sin brillantez, ante un rival del que no esperábamos nada y nos dio todo. Es el Slavia de Praga quizás el equipo más simpático de la competición en el grupo más difícil.
Los de Praga plantaron cara al Barcelona de Ernesto Valverde. Que de aquella manera sigue pasando revalidas. No se le puede negar al técnico vasco tener el instinto de supervivencia por debajo de la media. Todo lo contrario. Es como un gato panza arriba y se defiende con un equipo que va justito, pero que va.
En parte porque tiene al mejor jugador del mundo. En parte porque tiene en la portería a un portero que es difícil de calificar con una sola palabra. El alemán sigue haciendo historia en el Barcelona. Otra noche más donde Ter Stegen demostró que para ser un buen portero no hace falta ser el más grande ni el más ágil. Ter Stegen engaña con su físico, pero de alguna manera llega a todos los balones. Un portero que está marcando una época y abre el camino a muchos otros.
Como en su día también defendió la portería del Barcelona, no muchas veces, Juan Carlos Unzué. El exportero también fue entrenador del Barcelona. Entre los años 2014 y 2017, fue el segundo de Luis Enrique. Un Luis Enrique del que Messi no guarda un buen recuerdo. Pese a conquistar una Champions y 2 Ligas tuvieron sus más y sus menos.
Unzué dejó a Luis Enrique para comenzar su carrera como primer entrenador. Primero en el Celta donde fue cesado al finalizar la primera temporada. Este año el Girona, con el hermano de Pep Guardiola a la cabeza, apostó por él. Mismo resultado. Le han cesado ayer mismo. El equipo no está jugando mal al fútbol, pero no está consiguiendo los resultados que la directiva consideraba necesarios.
Leo Messi se alegra, nunca le gustó Unzué, y solo espera que el entrenador no pise Barcelona ahora que tiene tiempo libre. Suficiente tiene el vestuario con sus problemas como para generar más.