Zidane pone 2 sacrificios determinantes sobre la mesa para ser el próximo entrenador del Real Madrid

El francés es el preferido de Florentino Pérez para suceder a Ancelotti.

Carlo Ancelotti ha superado la crisis futbolística que atravesó el Real Madrid y ahora está enfocado al 100% en la parte más exigente de la temporada. Aunque el ambiente en Valdebebas es más tranquilo, el italiano sabe que, si los resultados no acompañan en los próximos partidos, el nombre de Zinedine Zidane podría resonar con más fuerza en las oficinas del club. De hecho, no es ningún secreto que el francés mantuvo varias conversaciones con Florentino Pérez sobre la posibilidad de regresar a la institución con la que ganó tres Champions League.

Durante esas conversaciones, Zizou le dejó claro a Pérez que, para volver, no contaría con sus dos mimados de la plantilla: Vinícius Júnior y Aurélien Tchouaméni. Sabido es que el brasileño nunca fue del agrado del francés, debido a su actitud dentro del campo, como sus frecuentes problemas de control, las provocaciones a rivales y los constantes choques con los árbitros.

El sacrificio de Zidane

Aunque reconoce las cualidades excepcionales de Vinícius sobre el terreno de juego, el francés prefiere mantenerlo lejos del equipo. Además, la relación entre ambos no fue la mejor durante su último ciclo, especialmente después de que lo colocó como lateral izquierdo en la semifinal contra el Chelsea, que acabó consagrándose campeón de la Champions League en esa edición.

El ex futbolista de Juventus considera que es el momento adecuado para poner a Vinícius en el mercado, lo que permitiría al Real Madrid obtener una cantidad significativa de dinero y destinarla a fichajes que el técnico cree más adecuados para su proyecto, como el delantero Rayan Cherki. La salida de Vini abriría el camino para que Kylian Mbappé ocupe el extremo izquierdo, la posición donde el francés rinde mejor, según la visión de Zidane.

Tchouaméni, fuera del Real Madrid

En cuanto a Tchouaméni, Zidane cree que Florentino Pérez debería fichar a un mediocampista comprometido con la creación de juego, tal como lo fue Casemiro en sus ciclos anteriores. El volante, que llegó al club merengue desde el Mónaco, no ha logrado cumplir con las expectativas en la faceta ofensiva y mostró serios problemas para hacerse cargo de la conducción del ataque del equipo.

La visión de Zizou coincide con la de Ancelotti, quien en los últimos partidos ha utilizado a Tchouaméni como compañero de Antonio Rüdiger en la zaga, y no como pivote en el centro del campo. Por lo tanto, si regresa al banquillo, el futuro del volante podría estar lejos del Real Madrid.