Xabi Alonso lo mandará al banquillo, no volverá a ser titular, se acabó la manga ancha de Ancelotti
Decisión drástica del técnico tolosarra sobre uno de sus futbolistas
Desde que asumió el banquillo del Real Madrid, Xabi Alonso ha sido claro: quien no cumpla el nuevo código no tendrá trato preferente. El primero en comprobarlo ha sido Antonio Rüdiger. Ha sido el primero en ser llamado al orden por un técnico que apuesta más por frescura y versatilidad que por perfiles consolidados pese a historia reciente.
Rüdiger era pieza fundamental en el esquema de Ancelotti, dueño de una titularidad casi indiscutible. Ahora, Xabi ha desmontado esa situación: ha reunido al central alemán y le ha transmitido que su rol cambiará drásticamente. Su participación será más bien secundaria; no volverá a ser un titular fijo. Ni su prestigio, ni su aportación mediática, ni su pasado reciente le garantizan continuar en el once sin luchar por cada minuto.
Nueva jerarquía en defensa: mano dura para un proyecto competitivo
Este mensaje también ha trascendido a sus compañeros. El vestuario ya sabe que en esta nueva etapa cada uno tiene que ganarse el sitio. La llegada de Dean Huijsen, Álvaro Carreras y Konaté (si llega) pone en evidencia que en la zaga no hay lugar para excusas ni privilegios. Xabi Alonso no quiere más complacencias: rendimiento diario y compromiso total son los requisitos no negociables.
En el caso de Rüdiger, la decisión no solo responde a criterios deportivos, sino también físicos: su rodilla ya mostró limitaciones al final de la temporada pasada. En lugar de arriesgar, Xabi ha diseñado un plan de dosificación que reducirá sus minutos. La idea es que aporte experiencia cuando esté en condiciones, pero sin sobrecargas y sin afectar la frescura general del sistema.
Apuesta por los jóvenes y nuevos fichajes
La apuesta del técnico vasco busca consolidar un bloque con mentalidad ganadora, donde convivan juventud y veteranía bajo un mismo enfoque táctico. En ese sentido, el mensaje interno es potente: nadie tiene su puesto blindado, no importa el nombre o el pasado, y Paco, Tchouaméni, Alexander-Arnold y otros jóvenes confían más que nunca en su rol.
Xabi Alonso ha cerrado el capítulo de complacencias en el Real Madrid. Antonio Rüdiger ha sido el primer golpe, el primero en sentir que su espalda ya no está cubierta por la nostalgia de Ancelotti. La era de privilegios terminó y la meritocracia exige resultados inmediatos. En este nuevo guion, quien no cumpla paga con minutos.