Vinicius se ha convertido en una mala influencia y el Real Madrid lo aparta
El ejemplo del brasileño no está siendo bueno para uno de sus compatriotas en el Madrid


A pesar de que solo tiene 24 años, Vinicius podría ser un ejemplo en el Real Madrid para sus compañeros más jóvenes por la experiencia que ya tiene en la élite. Sin embargo, sus constantes polémicas y problemas que ha sufrido el brasileño en los últimos tiempos ha hecho que el atacante se haya convertido en una mala influencia en el vestuario y, especialmente, para uno de sus compatriotas.
El conjunto blanco fichó el pasado verano a Endrick, un delantero centro de 18 años procedente del Palmeiras por 60 millones de euros. El joven atacante ha ido yendo de más a menos con Carlo Ancelotti en el banquillo y ahora mismo ha pasado al ostracismo por parte del técnico italiano. El jugador es muy dependiente de Vinicius, ya que el extremo le ha intentado ayudarle y aconsejarle en muchas ocasiones.
Endrick no se separa de Vinicius en el vestuario
El clan brasileño se apoya mucho y Vinicius ha estado especialmente encima de Endrick para que pudiera subir su rendimiento y ser más importante en el equipo. De hecho, ya habló con el entrenador para que le diera más minutos a la joven promesa, pero esa charla no sirvió de nada. Ahora, el Madrid lo tendría apartado del once porque el atacante no está demostrando que pueda tener más oportunidades.
Hasta que lo haga y demuestre que puede tener más continuidad y aceptar un rol secundario sin aspavientos, como de momento no ha hecho, no podrá tener ocasión de entrar al terreno de juego. Cuando Endrick ha pisado el césped, su nivel no ha sido tan malo y, de hecho, ha conseguido algunos goles importantes para el equipo, pero Ancelotti también tiene en mente su comportamiento fuera del campo.
En el Madrid hay miedo de la mala influencia del extremo en el joven delantero
En el Madrid tienen miedo de que la mala influencia de Vinicius pueda afectar considerablemente a Endrick, ya que el joven jugador no se separa de su compatriota en el vestuario, algo que desde los despachos blancos no acaba de gustar por las polémicas en las que vive el extremo.