Sergio Ramos, la solución perfecta para el Real Madrid

Un nombre histórico vuelve a ganar fuerza en medio de la crisis defensiva

El Real Madrid atraviesa uno de esos momentos incómodos que no se explican solo con tácticas o sistemas. El equipo no está rindiendo al nivel esperado y las sensaciones, especialmente en defensa, preocupan cada vez más al madridismo. No es solo un problema de colocación o de esquema: es físico, mental y, sobre todo, emocional. Y en medio de ese escenario, un nombre del pasado vuelve a ganar fuerza como posible solución inmediata: Sergio Ramos.

Una defensa sin alma ni contundencia

Los últimos partidos han dejado en evidencia a una zaga irreconocible. Antonio Rüdiger está muy lejos de su versión dominante, mientras que Dean Huijsen atraviesa un momento complicado, superado en duelos y falto de confianza. Los errores se repiten, la concentración falla y la actitud genera dudas. Ya no es una cuestión puntual, sino una tendencia alarmante.

La sensación en el entorno blanco es clara: falta liderazgo. Falta alguien que ordene, que grite, que contagie competitividad cuando el partido se tuerce. Esa carencia ha provocado un enfado creciente entre la afición y también en los análisis televisivos. En El Chiringuito, el tertuliano Juanma Rodríguez fue directo: “Sergio Ramos es titular en este equipo. No nos vendría nada mal”. Una frase que resume el sentir de muchos.

Liderazgo, carácter… y un mensaje al vestuario

Más allá del debate mediático, el nombre de Sergio Ramos representa algo que hoy no se ve en el campo: jerarquía. El ex capitán no solo aportaría nivel futbolístico, sino una mentalidad competitiva que parece diluida. Su sola presencia elevaría la exigencia interna y serviría como referencia para una defensa que ahora mismo parece perdida.

Las críticas no se quedan solo en los jugadores. Xabi Alonso también está en el foco. Hay voces que consideran que ha perdido el control del vestuario y que no está logrando sacar rendimiento a una plantilla que, sobre el papel, debería competir por todo. La imagen del equipo recuerda peligrosamente a la última temporada con Carlo Ancelotti, en la que el Madrid se quedó sin títulos importantes.

Con el nivel actual, repetir un año en blanco sería un fracaso difícil de asumir. Por eso, para muchos, la idea de Sergio Ramos no es nostalgia, sino pragmatismo. Experiencia, carácter y liderazgo inmediato. Tal vez no sea la solución a largo plazo, pero sí el golpe de autoridad que necesita un Real Madrid que hoy parece haber olvidado quién es.