Rodrygo y Xabi Alonso, más que palabras en el entrenamiento, el desplante que lo pone de patitas en la calle
El extremo brasileño y el técnico tolosarra han conversado en el entreno sobre el futuro del jugador en el Madrid
La situación de Rodrygo Goes en el Real Madrid es muy complicada. El conjunto blanco le ha abierto la puerta de salida de par en par para que se vaya a otro equipo, pero de momento, el brasileño no ha encontrado un destino que le satisfaga y se ha reincorporado a los entrenamientos de pretemporada con sus compañeros y con Xabi Alonso, el entrenador que no cuenta con él.
En su día, el tolosarra ya le dejó claro que dejaría de ser una pieza indispensable y un titular habitual, como lo ha sido el delantero en los últimos años en el Madrid. Por eso, el jugador decidió que lo mejor para él era marcharse a otro club donde pudiera volver a ser importante, aunque de momento, las ofertas que han llegado no han satisfecho a todas las partes: ni a la entidad madrileña ni al futbolista.
Rodrygo y Xabi Alonso han vuelto a hablar sobre el futuro del brasileño
En la primera semana de entrenamientos, Rodrygo y Alonso han vuelto a reunirse para hablar sobre el futuro del jugador. El técnico le ha vuelto a advertir de que no podrá garantizarle minutos de calidad y lo más probable es que empiece en el banquillo en la gran mayoría de los partidos, lo que ha provocado tensión entre ellos y ha dinamitado la relación por completo.
Su salida sigue encallada, a pesar de que el Madrid tenía el deseo de cerrarla lo antes posible. Aun así, parece que la situación se alargará todo lo que queda del mercado y el conjunto blanco no descarta que se haga en los últimos días, aunque luego no tendría mucho tiempo para intentar fichar a un sustituto si el brasileño acabara marchándose con el mercado a punto de cerrarse.
El Madrid quiere que se vaya, el jugador no tendría problemas en quedarse
Sin embargo, Rodrygo no tiene mucha prisa por abandonar el Madrid y, de hecho, aceptaría quedarse y luchar por su sitio, como ha hecho en los últimos años. Por su parte, la entidad madrileña sigue enrocada en pedir un mínimo de 90 millones de euros para dejar salir al jugador, un precio que muchos equipos que se habían interesado en él no están dispuestos a pagar.