Mbappé y Vinícius, relación totalmente rota en el Real Madrid y fuera

Mbappé empieza a verse criticado por el entorno del Real Madrid mientras que a Vinícius se le perdona todo

Kylian Mbappé estaba convencido de que sería el nuevo líder del Real Madrid, su máxima estrella. 3 meses después, ya ha podido comprobar que esto no es ni será así. En París se le consentía todo, incluso cuando compartió vestuario con Leo Messi o Neymar, jugadores que había logrado más cosas que él. Y es que el francés, que no ha empezado bien la temporada, siente que la máxima estrella del Real Madrid es Vinícius, al que se le perdona un mal partido o una salida de tono.

La gota que colmó el vaso fue el desplante del Real Madrid a France Football, en la gala del Balón de Oro, por una pataleta de Vinícius. Mbappé iba a recoger el premio de máximo goleador anual y se quedó sin poder ir. Además, en Francia las críticas se centraron en él, ya que sigue siendo el capitán de la selección francesa.

Vinícius, trato de estrella, por encima de Mbappé

Por otro lado, Mbappé ha visto como jamás será extremo izquierdo mientras esté Vinícius en el equipo. Carlo Ancelotti ya lo dejó claro el otro día, en el que envió un mensaje con dardo para el francés. "No voy a cambiar de posición al jugador que marca más diferencias", en relación a Vinícius y, de paso, a Mbappé. 

Además, en cada partido queda claro que Mbappé y Vinícius no acaban de encajar sobre el terreno de juego. El brasileño juega individualmente, no observa los movimientos del francés, que ya ha dejado alguna que otra cara de circunstancias. Vinícius acaba destacando, lo que todavía deja en peor lugar a Mbappé.

Mbappé, el señalado del Clásico

Otro punto de fricción se vivió después del Clásico contra el Barça. El Real Madrid estuvo mal en conjunto, pero los palos fueron para Mbappé, que cayó una vez tras otra en fuera de juego. Vinícius, que tampoco hizo nada, salió indemne. El francés no entiende que para lo bueno se destaque a Vinícius y para lo malo se le critique a él.

De momento, ya se ve fuera de las convocatorias de Deschamps, que entiende que Mbappé no está bien y que es mejor alejarle de la opinión pública francesa. En Madrid, sin embargo, no está demasiado mejor. Lo que parecía que iba a ser un año de magia se está convirtiendo en una pesadilla.