Ha sido el primero en decirle a Florentino Pérez que no sigue con Ancelotti
El jugador está cómodo con el italiano.
La derrota del Real Madrid ante el Liverpool en Anfield dejó a Carlo Ancelotti en la cuerda floja. La crisis futbolística se profundizó después del último miércoles, y el primero en pagar los platos rotos sería el entrenador Merengue. Además del mal funcionamiento del equipo, Florentino Pérez está preocupado por algunas cuestiones relacionadas con el manejo del vestuario. A su entender, el italiano perdió la autoridad y no hay orden.
El presidente entiende el malestar de los futbolistas más experimentados, pero no cree que los más jóvenes estén considerando irse del club si Ancelotti logra revertir la situación y completar la temporada con el equipo.
Enojado con Ancelotti
Después de escuchar que Arda Güler y Brahim Díaz iban a ser los compañeros de ataque de Kylian Mbappé en Anfield, Endrick explotó por dentro. El brasileño, que llegó procedente del Palmeiras, entendía que esa era su gran noche para mostrar todas sus condiciones en un partido trascendental, pero tuvo que conformarse con ingresar un puñado de minutos, cuando la suerte del Real Madrid ya estaba echada.
Tras el encuentro, Endrick tomó la decisión de buscar minutos en otro club si Ancelotti continúa en el banquillo. La joya brasileña está harto de no entrar en la consideración del técnico, y las comparaciones con Lamine Yamal le hierven la sangre. Casi la misma edad, pero dos realidades muy distintas.
Florentino Pérez quiere a Zidane
El presidente del Real Madrid se puso manos a la obra para evitar que la temporada se vaya por la borda. La decisión está tomada: si Ancelotti no arregla las cosas, deberá hacer las maletas e irse. Aunque es un entrenador que le dio mucho al club, el Merengue no se puede dar el lujo de tener un presente tan malo con una plantilla llena de estrellas. Al menos, así lo ve Florentino.
En ese marco, el mandamás tuvo los primeros contactos con Zinedine Zidane, el entrenador que fue tricampeón de la Champions League en los años 2016, 2017 y 2018. La condición que pondría sobre la mesa para aceptar el cargo sería tener el control total de la plantilla, ya que entiende que se requiere un cambio importante a futuro. En principio, el diagnóstico que hace es que faltan figuras en el lateral derecho, la zaga central y en el mediocampo.