Florentino Pérez encuentra una oveja negra en el vestuario del Real Madrid
El presidente blanco tiene un jugador que le está incordiando desde hace tiempo
Florentino Pérez ascendió a la presidencia del Real Madrid en el año 2000 con la clara intención de hacer del club blanco el líder a nivel mundial. Para ello, el máximo mandatario blanco se rodeó de grandes estrellas mediáticas que iba fichando a golpe de talonario cada año que pasaba como quien compra caramelos.
Pero sabemos perfectamente que los experimentos de poner muchos gallos en el gallinero nunca han sido una buena alternativa para asegurarse ganar títulos. Las tensiones y egos del vestuario se ven reflejados en el campo y, por ende, también en el terreno de juego.
La apuesta de Florentino Pérez por Arda Güler
Una de las apuestas firmes de hace dos ventanas de verano fue la contratación del joven talento turco, Arda Güler. Seguido por media Europa, el Real Madrid le quitó el fichaje el Barça con la promesa de un proyecto más ambicioso y el hecho de llegar a un equipo ganador.
El Real Madrid pagó 20 millones de euros al Fenerbahçe por el pase de Arda Güler. A esta cantidad se sumaron otros 10 millones en variables, lo que elevó el costo potencial total de la operación a 30 millones de euros.
Arda Güler quiere marcharse del Real Madrid
Con una participación mucho menor que la temporada pasada, habiendo disputado 17 partidos, donde ha podido aportar un gol y 3 asistencias, el otomano ha sido relegado por Ancelotti a un auténtico ostracismo dentro del equipo. Güler ha visto como jugadores de la parcela ofensiva como Brahim Díaz o el brasileño Endrick le han pasado por delante en los planes del técnico italiano.
Florentino intenta convencer el jugador de que aguante, con el claro objetivo de que el futbolista se revalorice y pueda sacar buena tajada de ellos. Mientras tanto, Güler, poco convencido escucha ofertas que han llegado desde el Sevilla FC y, sobre todo, el más interesado, la Real Sociedad, que apuesta de una manera muy firme por el jugador blanco. A expensas de un mercado de verano movido en la casa blanca, Arda Güler tendrá que decidir si toma el consejo de Florentino, o bien apuesta por disfrutar de minutos en otros clubes que le permitan acabar de explotar.