Bellingham ha dejado de ser intocable, aunque nadie paga lo que pide el Real Madrid para sentarse a negociar

La segunda temporada del británico en el Madrid no está siendo como la de su debut y ya hay dudas

Jude Bellingham no es el mismo jugador que el año pasado. La temporada de debut del británico con el Real Madrid fue espectacular, superando incluso las expectativas que había con el futbolista. Sin embargo, su segundo curso en el conjunto blanco no está siendo como el primero y empiezan a haber dudas en la entidad madrileña acerca del futuro de uno de sus jugadores estrella.

El centrocampista solo lleva tres goles y cuatro asistencias esta temporada y comparando con los números del año pasado, especialmente en el inicio, la diferencia es abismal. Además, están saliendo algunos problemas físicos del futbolista a la luz, especialmente en sus rodillas, un sitio muy delicado para un jugador, y ya no es intocable del todo para Florentino Pérez, aunque su venta es improbable.

Dudas con Bellingham

Sobre todo, por el precio que pide el Madrid para sentarse a negociar. Los blancos están pidiendo un mínimo de 150 millones de euros fijos, a los que habría que sumar variables, por lo que la operación podría llegar a más de 200 kilos. Un precio que prácticamente ningún equipo podría pagar, especialmente europeo, mientras que es prácticamente imposible que Bellingham se fuese a Arabia Saudí, donde si podrían pagar un traspaso de este montante.

Aun así, el inglés también empieza a tener dudas sobre su rol en el Madrid, ya que el futbolista no se encuentra a gusto en el terreno de juego por el cambio de rol que ha tenido que hacer. La llegada de Kylian Mbappé le ha privado de llegar más al área, ya que tiene que jugar más retrasado, en la construcción del juego, y no puede rematar tanto como hacía la temporada pasada, porque el francés está en ese sitio.

Lucha de egos

Además, Bellingham tampoco se lleva muy bien con el fichaje estrella de los madrileños esta temporada. Mbappé se ve como el mejor jugador de la plantilla, pero tanto el británico como Vinicius Jr. también lo piensan, hecho que ha provocado una lucha de egos en el vestuario que Carlo Ancelotti no llega a solucionar de ninguna manera. El problema está creciendo y podría explotar dentro de poco.