Arda Güler ha empezado a desconfiar de Xabi Alonso

Arda Güler no se cierra las puertas

Las dudas han comenzado a hacer acto de presencia en la figura de Arda Güler y las de su entorno, que ya tienen muchas dudas con Xabi Alonso, y eso que todavía no se han conocido en persona. Sí que han hablado por teléfono, pero todavía tendrá que esperar un poco más el momento de verse cara a cara, pues el otomano es uno de los pocos jugadores que tiene permiso del Real Madrid para ausentarse en estas primeras sesiones de entrenamiento, tras sus compromisos internacionales.

Al igual que sucede con Vinícius Júnior y con Andriy Lunin, viajará directamente a Estados Unidos en los próximos días para preparar el debut en el Mundial de Clubes el día 18 de junio, y durante este tiempo se estará ejercitando en solitario. Y según lo que suceda en este torneo, no se atreve a cerrar las puertas de salida del Santiago Bernabéu, pues ya se ha encargado de poner en manifiesto que no aceptará vivir un año entero en el banquillo.

Tras dos campañas muy complicadas a las órdenes de Carlo Ancelotti, en las que no ha dispuesto de la regularidad y la continuidad necesarias para poder mostrar su mejor versión y explotar todo su potencial, no quiere ni oír hablar de la idea de seguir siendo un actor secundario. No se conformará con jugar en caso de extrema necesidad o de formar parte de las rotaciones, y pide tener protagonismo, o de lo contrario, no dudará en decir adiós.

Ya estaba conversando con otras escuadras antes de recibir la llamada de Xabi, que le garantizó que las cosas cambiarían drásticamente con su llegada al banquillo del Madrid, y que tenía reservada una plaza en sus sistemas para él. Porque cree que puede ser un fantástico sucesor para Luka Modrić, asumiendo un rol importante. Sin embargo, Güler cree que le engañó, después de que el fichaje de Franco Mastantuono esté prácticamente sellado. 

Esto añadirá aún más competencia en su puesto, y el canterano del Fenerbahçe cree que tendrá aún más difícil poder ser titular. Así que su futuro se decidirá en el Mundial, y si no juega lo que desearía, acabará despidiéndose.