Ancelotti lo tapaba todo: llegaba tarde a los entrenos y no siempre en forma; Xabi Alonso no le pasa una

La llegada de Xabi Alonso al banquillo del Real Madrid ha traído un cambio profundo en la forma de gestionar el vestuario. Una de las decisiones más sonadas ha sido la forma en la que ha comenzado a tratar a Vinícius Júnior, quien durante la etapa de Carlo Ancelotti fue un intocable, tanto dentro como fuera del campo. Sin embargo, para el nuevo técnico, nadie está por encima de las normas del grupo, y el brasileño ya ha recibido los primeros toques de atención.

Durante las últimas temporadas, el comportamiento de Vinícius fuera del césped fue pasando por alto por Ancelotti. El técnico italiano confiaba ciegamente en su talento, y prefería mirar hacia otro lado en asuntos de disciplina: retrasos a los entrenamientos, llegadas justas de forma física tras los parones, o desgana en tareas defensivas eran habituales en su rutina. Pero la calidad del extremo, unida al respaldo del cuerpo técnico y del club, mantuvo su estatus de titular indiscutible.

Castigado por su actitud y exigido al máximo

Según fuentes cercanas al club, Vinícius ya ha sido llamado al orden por llegar tarde a más de un entrenamiento en pretemporada. Además, su preparación física tras las vacaciones no ha sido la esperada. Donde Ancelotti habría disculpado la situación, Xabi ha optado por dejarle fuera de algunas sesiones tácticas e incluso ha reducido su participación en partidos de preparación.

En privado, el técnico ha transmitido que la exigencia es para todos por igual, sin excepciones, y que el jugador brasileño deberá ganarse su sitio día a día. Incluso algunos pesos pesados del vestuario, cansados del trato de favor al brasileño, ven con buenos ojos el giro disciplinario del nuevo cuerpo técnico.

Un nuevo rol para Vinícius: del mimado al examinado

Lo que antes era impensable ahora es una realidad: Vinícius Júnior tendrá que adaptarse o arriesgarse a perder protagonismo en el nuevo Madrid de Xabi Alonso. La etapa del proteccionismo ha quedado atrás y el brasileño debe demostrar no solo su calidad, sino también su compromiso total con el proyecto. Porque en este nuevo Real Madrid, no basta con desbordar. También hay que correr hacia atrás, ser puntual y poner al equipo por encima de uno mismo.