50+10 millones es la oferta a Florentino Pérez que pide 80 para cerrar la salida del Real Madrid

El Real Madrid ya está planificando la plantilla de la temporada que viene y, además de la gran lista de fichajes que podría hacer, la carpeta de salidas también está marcada en rojo. Habrá algunas bajas que aún se tienen que acabar de estudiar, pero otras ya están completamente decididas y no tienen marcha atrás. El club blanco sabe que tiene que vender para fichar y eso van a hacer.

En este sentido, quien está en el mercado es Aurelien Tchouameni. El francés va a ser vendido a final de temporada, ya que no ha demostrado el potencial de futuro que se pensaba que tenía cuando se le fichó y su rendimiento ha sido bastante pobre. Además, Carlo Ancelotti tampoco cuenta con el jugador y no tendría ningún problema en venderlo si se trae a otro centrocampista.

Tchouameni tendrá que irse del Madrid

El francés llegó para dominar el centro del campo del Madrid en los próximos años y no ha sido así. No ha dado el nivel esperado y ya tiene colgado el cartel de transferible. Después de pagar 80 millones de euros fijos y 20 en variables por él, a Florentino Pérez le gustaría recuperar parte de la inversión que hizo por el jugador. Por eso, ha recibido una oferta de 60 millones por él entre fijos y variables, pero la dirección deportiva pide un mínimo de 80.

En dos temporadas y media vestido de blanco, ha disputado 103 partidos, pero solo ha marcado tres goles y ha dado cinco asistencias, unos números muy pobres para un centrocampista del Madrid. Nunca ha respondido a las altas expectativas que recibió por parte del conjunto madrileño y por eso tiene abierta la puerta de salida. En el club creen que el pobre juego del equipo es, en parte, por su culpa.

El francés tampoco está contento

Por otra parte, Tchouameni tampoco está contento con el rol actual que tiene en el Madrid. Carlo Ancelotti lo ha tenido que poner de central por las bajas que tiene el equipo en la línea defensiva y eso al francés no le gusta nada. De hecho, el técnico italiano ya confesó la temporada pasada que el jugador se enfadaba cada vez que tenía que retrasar su posición. Por lo tanto, cada vez que Tchouameni tiene que volverse un defensa no está a gusto, y eso está perjudicando su juego.