Van de Beek no es el único: otro crack arrepentido de no ir al Madrid

También estuvo en la agenda del Real

En las últimas horas era noticia el arrepentimiento de Donny Van de Beek al no fichar por el Real Madrid. Aunque, en su caso, no fue porque él no quisiera, si no por culpa de la pandemia, que provocó que Florentino Pérez reculara, diera marcha atrás, y echara por los suelos la operación. Sin embargo, hay otro crack que sí rechazó la posibilidad de aterrizar en La Liga Santander. Y, curiosamente, también jugaba en ese Ajax de Ámsterdam que enamoró a todos.

Se trata de Hakim Ziyech, que se coló en los planes de Zinedine Zidane, y también, del Barça. Del mismo modo, logró llamar la atención de Bayern de Múnich, Borussia Dortmund, Liverpool, Tottenham Hotspur, Paris Saint-Germain o Napoli. Pero fue el Chelsea el que se adelantó al resto, y logró dejar cerrada su contratación en el mes de enero, si bien no se incorporó hasta verano. Y lo hizo tremendamente ilusionado, al ver el proyecto que había en mente.

Junto a él, también llegaron otras estrellas como Ben Chilwell, Timo Werner o Kai Havertz, y soñaban con dar la campanada. Algunos, incluso, se atrevían a pronosticar que los londinenses podían acabar ganando la Premier League, y llegar lejos en la Champions League. Pero la realidad es muy distinta, y a día de hoy ya casi nadie apuesta por ellos. De hecho, su objetivo será acabar entre los cuatro primeros en liga, y tienen complicado no caer eliminados ante el Atlético de Madrid de Diego Pablo Simeone.

Su mal momento costó la destitución a Frank Lampard, que fue relevado el cargo por Thomas Tuchel. Pero, ni con uno ni con otro, el internacional marroquí, aunque criado en Holanda, ha podido tener un rol protagonista. Y eso que siempre que juega deja buenas sensaciones, pero parece no ser lo suficiente como para asentarse en el once inicial. De momento, está lejos de justificar y amortizar los 40 millones de euros que tuvieron que desembolsar.

Lógico que Ziyech esté descontento, y se maldiga por no haber tenido más paciencia. Quizás, quien sabe, ahora podría estar jugando en el Madrid.

Las prisas nunca son buenas compañías.