Simeone y Ancelotti, rotos por dos traiciones: 71 kilos y al United

El Atlético de Madrid y el Real Madrid les dan por perdidos

Si venimos adelantando en Don Balón los pasos que están dando casi de la mano Raphael Varane y el Manchester United para hacer confluir sus caminos antes de que arranque el mes de agosto, para lo cual el Real Madrid se resigna, ahora el Cholo Simeone y el Atlético de Madrid también pueden sufrir en sus carnes la misma pesadumbre que tiene Carlo Ancelotti por perder a uno de sus jugadores más solventes en defensa y ante el mismo rival.

De hecho, es una sensación casi idéntica, porque así como el Madrid pierde a uno de sus pilares titulares con la salida del central francés rumbo al norte de Inglaterra, el club colchonero ve como las circunstancias llevan a su lateral derecho fijo en el once rojiblanco al mismo destino. Y es que Ole Gunnar Solskjaer, técnico del cuadro de Old Trafford, no ha detenido la actividad del United en el fichaje millonario de Jadon Sancho, sino que desea dos refuerzos del máximo nivel para su zaga, que son el jugador del Madrid y Kieran Trippier.

Sobre Varane, ya está casi todo dicho y existe hasta una cifra concreta para su salida, 50 millones de euros. Sin embargo, el lateral ha pegado un impulso a su salida del Wanda Metropolitano aceptando la tentativa del United y forzando al Atleti a negociar su venta, que podría cerrarse por unos 21 millones de euros. Ahora bien, así como lo del jugador del Madrid está casi cerrado y acordado, el Atleti va a vender cara la salida del carrilero inglés.

Con todo, decimos que es probable que termine ocurriendo la fuga del jugador británico del Atlético de Madrid porque el jugador así lo quiere, desea regresar a la Premier League y a su país y quiere hacerlo para ir a un grande de la liga inglesa, siendo el United un sueño hecho realidad. Tengan en cuenta que los diablos rojos, en teoría, deben ser uno de los equipos favoritos para ganar la liga inglesa y la Champions League, máxime con las incorporaciones planteadas, por lo que Trippier, a sus 30 años, no quiere perder su último tren Premier; y dado que el verano es muy largo, este será tiempo suficiente para que la presión del jugador surta efecto.