Rechaza al Barça, vuelve a la Premier y, mientras, ¡espera al Madrid!

Mauricio Pochettino lo tiene todo decidido

Maurico Pochettino dejó una gratísima sensación como entrenador en Inglaterra. Allí llegó como un desconocido, sin prestigio ni oficio; por no tener no tenía ni el idioma, para lo cual solía utilizar un traductor. Pero todo cambió cuando salió su idea de fútbol, su perfil como gestor de vestuario y su instinto para leer entre líneas y acertadamente los partidos y la competición. Y el Tottenham creció mucho con él, después llegaron los resultados y la lucha, casi triunfo, por el título liguero y la Champions League. Cotas muy altas para los spurs. Su caída allí era previsible pero no decepcionante y por eso su caché le vale un nuevo fichaje por un grande de Inglaterra.

El más grande de los últimos 20 años: el Manchester United. Y eso es precisamente lo que quiere lograr el técnico argentino con su nuevo destino, volver a hacer de los diablos rojos un equipo temible y con un estilo propio. Old Trafford fue el Teatro de los sueños para sus aficionados durante los años 90 y el Circo de los horrores para sus rivales. Allí solía darse siempre el mismo guion, los red devils jugaban y trituraban a sus adversarios. Eso ya no ocurre, es historia cada vez más remota.

Pero es tentadora y conlleva menos riesgos que otros que le plantearon. Pochettino fue uno de los entrenadores que sondeó con fuerza el Barça para sustituir a Ernesto Valverde, pero el sudamericano desechó la oferta culé por su riesgo y porque no le gustan los engranajes sin margen de beneficio: en el Barça hay que llegar sobre una mega construcción y ganar. No cabe otra cosa. Y hay otra razón de peso, su pasado perico en LaLiga le ha influido para rechazar al club culé. Esa clase de determinación gusta a todos los aficionados, sin duda. En Manchester, por el contrario, puede construir y lo hará desde el verano, que será cuando se haga oficial su fichaje por los de la ciudad industrializada, sustituyendo a Ole Gunnar Soslkjaer.

En su cargo como manager de los del norte de Inglaterra quiere un crack por Paul Pogba, al que desea que vendan. No le quiere. Su dinero, eso sí, debe afianzar un Neymar o un súper crack (sueña con Messi), que a la vez sea líder y esté ya hecho. Es de ideas fijas. Y tan claro tiene su futuro que algunas voces cercanas han declarado que si rechazó al Barça es porque en el futuro, no muy lejano espera, tiene un sueño: dirigir al Real Madrid. A sus 47 años, tiene tiempo de sobra para soñar, se ha ido al teatro adecuado.