El Real Madrid le regala un jugador al United para fichar a Pogba a cambio
La operación tan inesperada como sorprendente rompe la tranquilidad en el vestuario blanco
El amor de Zidane por Paul Pogba empieza a rozar lo enfermizo. No se olvida de él nunca. Ni con la irrupción de Fede Valverde que ha dado un equilibrio antes impensable al centro del campo del Real Madrid. Ni con las buenas sensaciones que está dejando el equipo y tras le buen partido que realizó contra el PSG. Uno empieza a pensar que lo de Zidane no es amor, es pura obsesión.
Si es verdad que el equipo blanco necesita algún refuerzo en el medio del campo para poder dar descanso a Casemiro. Es la posición más débil del equipo y aunque Valverde puede hacer del brasileño la verdad es que el uruguayo luce cuando le sueltan la cuerda y puede correr. Eso lo sabe Zidane que no quiere encorsetarle en una posición de pura destrucción y sacrificio.
Pero quizás Pogba no sea el jugador propicio para hacer de Pogba. De hecho, es un jugador que necesita de metros para correr y poder llegar. Luce cuando se acerca al área y puede demostrar sus cualidades técnicas, que son muchas, y físicas, que son evidentes.
Sin embargo, Zidane insiste a sus ayudantes, muchos dudan del fichaje del internacional francés y en la dirección deportiva ven un gasto superfluo en su fichaje. Pero Zidane es terco como una mula. Eso ya lo ha dejado claro.
Para la operación el Madrid necesita que varios factores jueguen a su favor. El primero de ellos, y no menos importante, es tener el dinero suficiente para acometer el fichaje. En Inglaterra dicen que el United pide 150 millones. En el Madrid están convencidos que por 80 kilos el francés puede ser suyo.
Otro factor clave es que el equipo inglés tenga un sustituto de garantías. Este mercado de verano el Manchester esperaba incorporar un medio centro para poder dar luz verde al inicio de las negociaciones, pero no pudo cerrar a nadie. Ahora el Madrid tiene la llave para que el Manchester se refuerce.
Y el jugador clave es Christian Eriksen. El danés no quiere renovar con el Tottenham, acaba contrato en junio y en enero su venta parece más que evidente. Él ha forzado porque quiere jugar en el Madrid, pero Zidane quiere a Pogba y nunca ha dado el visto bueno a la operación. Ahora el Madrid quiere que Eriksen acabe en el Manchester United… y así Pogba podrá salir. La jugada es no hacer nada y esperar a que Eriksen acepte la oferta del United.
Una especie de intercambio y jugada a tres bandas. Matic iría del Manchester al Tottenahm con Mourinho, Eriksen a Manchester… y Pogba, el sueño de verano de Zidane acabaría por fin en el Real Madrid. Cuanto antes se resuelva mejor. La historia está durando demasiado. El vestuario del Madrid está intranquilo con la posible llegada de Pogba. Otro gallo en un corral que respiraba paz. Y un gallo que viene con pedigrí francés. Mal asunto...