Pep Guardiola enfada a Joan Laporta: vía blanca con Raheem Sterling
El entrenador del Manchester City necesita hacer hueco en su plantilla para fichar a Harry Kane y Jack Grealish
Cierto es que aún no hemos visto la mejor versión de Harry Kane, ni siquiera Jack Grealish, en la presente Eurocopa, cosa que sin embargo sí ha mostrado el goleador del City Raheem Sterling, pero eso a Pep Guardiola, míster del Manchester City, le trae sin cuidado y sus dos objetivos, los dos primeros jugadores enumerados, siguen firmes en su cabeza para el nuevo proyecto skyblue y se harán efectivos a cambio del último, el extremo. La idea de Guardiola era convencer a Sterling de hacer de moneda de cambio con Kane y el Tottenham, pero el futbolista no quiere ir al equipo londinense, por lo que el City abre la opción Real Madrid.
El interés en colocar lejos del norte de Inglaterra al extremo por parte del City es esencial en su doble propósito este verano, en el mercado de fichajes, de fichar al delantero del Tottenham y al mediapunta del Aston Villa, por lo que de una u otra forma el City, si quiere a Kane y Grealish, necesita un comprador para Sterling. Así las cosas, al entrenador de Sampedor solo le salen las cuentas con el Real Madrid, siempre y cuando los blancos se queden sin Kylian Mbappé, el gran objetivo merengue, como os anunciamos en Don Balón.
En todo este asunto, ¿quién sería el perjudicado? Indudablemente el vecino del Real Madrid, es decir, el Barça (y el Atlético de Madrid) ya que la venta citizen reforzaría a su eterno rival culé con, además, uno de los jugadores que siempre han gustado en Can Barça, como es Sterling. De hecho, seguramente que esta jugada, de darse, no le guste nada a un Joan Laporta que esperaba mirar en esa dirección en campañas sucesivas, sobre todo cuando Xavi Hernández se hiciera cargo del banquillo culé (ya sabemos la predilección que siente Xavi por Sterling y la homóloga que siente Laporta por Xavi)
El mercado de fichajes aún no ha arrancado, pero promete ser muy virulento, con profundos cambios que van a traer consecuencias secundarias en toda Europa; o lo que es lo mismo, un efecto dominó inmediato. El Madrid, como es lógico, está metido en varias peleas y ahora Guardiola, por necesidad, le introduce en una más. Mbappé puede ponerse complicado o imposible (está por ver) para el Madrid pero no todos los caminos de la gloria en clave madridista vienen de París y ahora un adversario, como es Pep, le sirve en bandeja una posibilidad galáctica.