No será De Bruyne, pero Arabia Saudí rompe el fichaje del fichaje que Guardiola quería por Grealish

El conjunto ‘citizen’ ha visto como el interés de Oriente Medio complica su fichaje

Uno de los principales objetivos de Pep Guardiola de cara a la próxima temporada es Kingsley Coman. El extremo francés del Bayern de Múnich se ha convertido, en cuestión de días, en una de las mejores oportunidades, dentro de todo el mercado europeo. Siendo, un atacante de absoluta élite, al que su club está encantado de dar salida en los veinte días que quedan de mercado. Un fichaje que, finalmente, se podría complicar demasiado, por culpa del interés de Arabia Saudí.

Si bien es cierto que hasta ahora el Manchester City era, junto al PSG, el gran favorito para cerrar a Coman, la entrada en escena, según Al Yaum, de un club como el Al-Ahli, que tiene el dinero por castigo, complica mucho una operación que, si antes se podía basar en decisiones deportivas por parte del jugador, ahora también dependerá de las aspiraciones económicas del extremo galo, que, si busca un contrato monstruoso, ya ha encontrado su destino en Oriente Medio.

La fijación de Arabia con el City

Pese a que hasta ahora, el equipo de Pep Guardiola no ha tenido que lamentar ninguna baja este verano, la realidad es que Arabia Saudí está complicando mucho la vida al Manchester City. Pues, en cuestión de un año, la Saudi Pro League se ha llevado a Mahrez y Laporte, además de tantear y provocar gran revuelo con la situación, tanto de Kevin De Bruyne como de Ederson, sin que, al menos por ahora, hayan acabado saliendo este verano.

Sin embargo, parece que con Coman la intervención saudí, sí que podría acabar de perjudicar al Manchester City, pues Guardiola veía en el francés al perfecto relevo de Jack Grealish. El inglés viene de una de sus peores temporadas y en el Etihad veían con buenos ojos la llegada de Coman para ser su relevo. Algo que, si el interés del Al-Ahli prospera, no será posible.

Así pues, tras salvar las acometidas por De Bruyne y Ederson, el City deberá salvar de nuevo la presión del dinero de Arabia Saudí, para convencer, mediante motivaciones deportivas, a Kingsley Coman, que, en última instancia, tendrá la potestad de decidir entre el dinero o la competición.