Ni Erling Haaland entiende a Pep Guardiola: lo proyectó como Leo Messi, pero lo condena al banquillo

El canterano ‘citizen’ es la gran esperanza del futuro del club

Pep Guardiola llegó al Manchester City con una gran misión, hacer grande en Europa al conjunto citizen, una tarea, que tras seis temporadas ha sido capaz de logara en esta 23/23 de la mano de Erilng Haaland y muchas otras estrellas. En este sentido, desde que el técnico catalán llegó a Manchester, el nombre de Phil Foden siempre ha estado en su cabeza, gracias a un talento al que puso incluso por encima de Leo Messi, cuando aseguró que con 17 años era el mayor talento que jamás había entrenado.

De la explosión al frenazo

El talentoso mediapunta inglés es uno de los mayores proyectos de estrella que existe en el mundo. A sus 23 años a nadie se le escapa que su calidad es digna de un Balón de Oro. Sin embargo, su irregularidad en el Manchester City hace que esa proyección tan alta, se esté frenando. Especialmente tras esta última temporada, donde no ha sido capaz de repetir el gran nivel que alcanzó en años anteriores. Muestra de ello es que este año ha jugado casi 1.000 minutos menos que el anterior, una bajada muy importante.

Foden brilla por la capacidad para jugar en varias posiciones, su adaptabilidad a la posición tanto de interior, como de extremo hasta a la de falso nueve le vino muy bien para comenzar a ganarse un puesto en el primer equipo del Manchester City. Sin embargo, es algo que le ha acabado costando la posibilidad de jugar en la medular, donde más le gusta jugar y podría brillar más.

Competencia feroz en el centro

Hasta esta temporada, el centro del campo del Manchester City estaba muy definido, con Ilkay Gündogan y Kevin De Bruyne ocupando las posiciones de interiores, no había hueco para un tercer jugador importante en esa demarcación. Además, con Bernardo Silva como alternativa en el medio, Foden no tenía posibilidad alguna de entrar en esa rotación. Estando obligado a jugar casi siempre en banda, donde ha destacado, pero no tanto como podría.

Ahora, con la salida de Ilkay Gündogan podría ser el momento indicado para que el inglés tomara, de una vez por todas las riendas de un Manchester City al que le vendría muy bien contar con un subalterno para Kevin De Bruyne, que seguro agradecerá no tener que llevar constantemente el peso de la creación de juego de los suyos.