Mazazo de Klopp que convence a Salah: 24 años, top, galáctico y pérdida dura en el Santiago Bernabéu

El jugador dice sí a un contratazo que cierra toda vía de salida de Anfield

Parece que lleva jugando en el Liverpool toda la vida, pero lo cierto es que el internacional inglés que va a asumir uno de los roles más importantes en el vestuario del Liverpool apenas sí cuenta con 24 años, es uno de los grandes nombres en su posición en la élite del fútbol europeo, estatus mediante el cual ha sonado para varios clubs enormes, entre ellos el Real Madrid, y que ahora cierra su continuidad con la entidad de Anfield.

Uno de los estandartes de presente y futuro

Informa Football Insider que Trent Alexander-Arnold va a firmar un nuevo contrato con el Liverpool por valor de 200.000 libras semanales, lo que viene a ser unos 230.000 euros a la semana, un ascenso portentoso en su salario que lo dotará de uno de los papeles más importantes del equipo justo cuando más lo necesita Jürgen Klopp, que sigue echando balones fuera tras una mala temporada pasada y hace lo propio ante las ofertas tentadoras a sus estrellas, como Mo Salah, de Arabia Saudí.

Como le sucede al FC Barcelona y su jovencísima perla, Lamine Yamal, el Liverpool quiere dos cosas con este nuevo contrato para su lateral derecho: una, eliminar cualquier atisbo de tentación por parte de otros grandes de Europa que necesitan un lateral derecho, como sucede con un Real Madrid que observaba a Trent o jugadores como Recce James, pero sobre todo tratar de cerrar cualquier posibilidad de que sus futbolistas miren con ansias los billetes de Arabia Saudí.

Salido de las categorías inferiores del Liverpool, de donde dio el salto al primer equipo, Trent Alexander-Arnold se ha ganado un puesto en la banda diestra del mítico coliseo red y va camino de ser una de las banderas en las que quiere apoyarse no solo en el actual proyecto de Jürgen Klopp en el gigante de la Premier, sino en el futuro. Si el Madrid tuvo alguna posibilidad de ficharlo para dar suspense a Carvajal, estas se van quedando en nada.