Marcha atrás de Ten Hag con un repudiado como CR7: se complica el fichaje bomba de Diego Simeone

El inglés es una de las grandes revelaciones esta temporada en LaLiga

En el pasado mercado de verano, uno de los movimientos más sonados fue el de la llegada de Mason Greenwood al Getafe, procedente del Manchester United en calidad de cedido, un movimiento que llenó de ilusión (y talento) a un José Bordalás que gracias a eso, cuenta con uno de los mejores extremos jóvenes del mundo bajo sus órdenes. En este mismo sentido, la explosión del inglés ha servido para revalorizar a un jugador que, tras sus problemas judiciales, necesitaba recordar al mundo por qué era uno de los grandes talentos de todo el fútbol europeo. 

Con el espectacular y sorprendente rendimiento de Greenwood, clubes como el Barça o el Atlético de Madrid se interesaron en la incorporación del joven talento inglés, el cual, tras recuperar su mejor versión, tiene todas las papeletas para acabar jugando en un gigante.

Ante esta situación, el Manchester United, todavía propietario de los derechos del futbolista, ha frenado la salida de su canterano para valorar qué hacer con su futuro una vez se acabe su cesión al Getafe a final de temporada. En este sentido, como informa Fabrizio Romano, el interés de Barça y Atleti ha hecho que Erik Ten Hag se vuelva a pensar qué va a hacer con un jugador al que repudió como ya hizo con Cristiano Ronaldo y está haciendo con otras antiguas estrellas mundiales como Casemiro o Varane.

La realidad es que si hay un jugador prometedor que puede cambiar el rumbo del United, Mason Greenwood tiene esa capacidad. El inglés tiene un potencial difícilmente igualable en todo el planeta. En este sentido, hará bien Ratcliffe de valorar si lo más conveniente es desprenderse definitivamente con una venta cuantiosa del que fuera su canterano estrella o si es mejor quedarse con un jugador por el que hay que apostar, pero que sería un recambio ideal para acabar con el problema que supone Antony en la banda derecha, que se ha convertido en un dolor de cabeza para Erik Ten Hag.