Luis Enrique deja tirado a Todd Boehly y se lanza a por el enemigo de Messi y Neymar en el PSG

El técnico asturiano ha rechazado la oferta de los ‘blues’ y Boehly se queda sin sus favoritos

La situación que está viviendo el Chelsea es terrible. El conjunto propiedad de Todd Boehly está viviendo una temporada para olvidar. Los del oeste de Londres marchan en una más que decepcionante decimoprimera posición y tras la eliminación en Champions League a manos del Real Madrid, los blues ya no tienen nada por lo que competir en lo que resta de temporada, nada salvo el honor, pues una campaña de este calibre es impropia de un gigante como el Chelsea.

Tras el despido de Graham Potter, comenzaron a sonar grandes nombres para hacerse con el mando del banquillo del Chelsea, Luis Enrique y Nagelsmann partían como los favoritos a dirigir el conjunto inglés. Sin embargo, el proyecto y las condiciones que proponía Todd Boehly no eran del agrada de ninguno de los dos y según cuenta As, ambos rechazaron entrenar a los blues.

La gran crisis que atraviesa el Chelsea echó para atrás a los dos mejores entrenadores disponibles. En este sentido, con el técnico alemán y el español lejos del alcance de Boehly, el propietario del conjunto londinense ha tenido que bajar sus pretensiones con nombres menos mediáticos como Pochettino como máximo favorito y que ya fracasó en su último gran proyecto con Mbappé Neymar y Messi. Otros de menor prestigio como Vincent Kompany, quien está haciendo una gran temporada en el Burnley de la segunda división inglesa y Postecoglu, actual entrenador del Celtic de Glasgow.

El paso de Luis Enrique o Nagelsmann a los tres candidatos actuales es síntoma de que el Chelsea es un club que navega a la deriva con un equipo lleno de superestrellas, pero sin ningún tipo de plan o proyecto deportivo con sentido, es por ello por lo que ningún técnico de gran cartel está interesado en el cargo.

Si bien es cierto que hay ocasiones donde un perfil bajo es la mejor opción, no parece que sea así en un vestuario donde hay excesiva acumulación de cracks y donde los egos pueden suponer un gran problema en caso que el técnico no sea un gran gestor y cuente con una fuerte personalidad, algo que Luis Enrique cumple con creces a diferencia del resto de nombres, que pese a ser grandes profesionales, no se acercan al nivel del asturiano en cuanto a experiencia y éxitos pasados.