Llegará con Eric García: otro central de futuro para el Barça

Ambos son de la generación del 2001

El Barça ha cerrado el acuerdo con Eric García, que lleva sobre la mesa desde el mes de septiembre. Desde entonces, han tratado de incorporarle a sus filas de todas las maneras y por todos los medios posibles, pero aún no han podido concretar nada. Y no por falta de ganas, si no porque el Manchester City de Pep Guardiola, de manera incomprensible, no le deja salir. Prefieren perderle gratis en junio, antes que llevarse una pequeña compensación este enero.

Joan Laporta tiene atado al internacional español, y, cuando salga elegido presidente del club, algo que parece muy probable, volverá a probar suerte. Eso será en la última semana de enero, por lo que aún tendrá tiempo para llevarse el gato al agua, si nada se tuerce. De este modo, llegará para acabar con el gran problema de la plantilla de Ronald Koeman, que anda escaso de efectivos en el eje de la zaga. Y más, con la grave lesión de Gerard Piqué.

Jean-Clair Todibo regresará de su cesión al Benfica, donde no ha jugado ni un solo partido, pero no entra en los planes, y se le busca destino. Samuel Umtiti, por su parte, también está en la lista de transferibles, y confían en encontrarle refugio pronto, pero no hay apenas interesados. Sea como sea, a sus 19 años, este central formado en La Masía regresará a la que fue su casa durante tanto tiempo, para cumplir el sueño de su infancia: jugar en el Camp Nou.

Y no será el único central de futuro que se incorpore al Barça, ya que también se encuentran negociando por otro defensor de tremendo potencial. Su nombre es Melayro Bogarde, y comparte grandes similitudes con Eric, pues tienen la misma edad, y también acaba contrato en junio. Es decir, que ya es libre de negociar con otros equipos. En su caso, milita en las filas del Hoffenheim, con el que ya ha jugado varios encuentros, aunque aún no se ha consagrado como titular.

Es el sobrino de Winston Bogarde, con pasado azulgrana, y ahora segundo entrenador del Ajax de Ámsterdam.

El holandés espera tener más suerte que su tío.