La primera bronca de James Rodríguez en el Everton es terrible

El colombiano no ha sido bien recibido por todos

James Rodríguez ha tenido una calurosa bienvenida al Everton, ya que ha sido su fichaje estrella. 25 millones de euros han pagado al Real Madrid por el internacional colombiano, que espera relanzar su carrera, y que se reencontrará con Carlo Ancelotti, su gran valedor. Porque ya coincidieron en el Santiago Bernabéu, y luego, lo hicieron en el Bayern de Múnich. Y a punto estuvieron de hacerlo de nuevo en el Napoli, algo que finalmente, por un motivo u otro, no se dio.

El mediapunta de 29 años tendrá la oportunidad de conocer la Premier League, una competición que siempre le ha llamado mucho la atención. De hecho, ya estuvo cerca en su momento de aterrizar en el Arsenal. Será un buen escaparate para demostrar que no se le ha olvidado jugar a futbol, y que todavía puede ser de gran ayuda para su escuadra, que tendrá la misión de estar en la parte alta de la tabla. La afición está muy ilusionada con él.

Y el ex de Oporto, AS Mónaco o Banfield no estará solo, pues contará con la compañía de Yerry Mina. Su compatriota le ha hablado maravillas del equipo y de la ciudad de Liverpool, y se ha ofrecido para ayudarle en todo lo posible durante sus primeras semanas. A parte, estará con otros cracks sudamericanos, como Bernard o Richarlison, que también facilitarán su adaptación. En resumen, todo parece que le irá a pedir de boca, pues es un cuento de hadas.

Sin embargo, gran parte de la plantilla ‘toffee’ no está del todo contenta ni satisfecha con la operación. Más que nada, porque creen que es una mala inversión ir a por un crack que ya roza la treintena, y que lleva muchos cursos alejado de su mejor nivel. De hecho, esta campaña penas ha tenido incidencia en el Madrid, y no ha entrado en los planes de Zinedine Zidane. Aunque lo que ha levantado más ampollas, con total seguridad, es su elevado sueldo.

Porque cobrará cerca de 10 ‘kilos’ netos por año, lo que le convierte en el crack mejor pagado del Everton. Un lío de celos clarísimo.