Klopp se la juega al Barça y le roba un fichaje que estaba cerrado

En el Barça todos daban por cerrado el fichaje de Georginio Wijnaldum, al que Ronald Koeman había logrado convencer. Josep María Bartomeu ya tenía preparados los 20 millones de euros que serían necesarios para sacarlos del Liverpool, y todos esperaban que llegara en la próxima semana. Una contratación que generaba división de opiniones, pues no todos estaban muy satisfechos con ella. Comenzando por los pesos pesados de la plantilla.

Le guardan cierto resquemor por anotar dos goles en la fatídica remontada en Anfield, en las semifinales de la Champions League, que acabó en cuatro a cero. Además, como Marc-André ter Stegen hizo público, cree que sería de mucha más ayuda Thiago Alcántara, del Bayern de Múnich. Una decisión que respaldan Gerard Piqué, Leo Messi, Jordi Alba, Sergio Busquets y compañía… sin embargo, el técnico holandés está obsesionado con su compatriota.

Cierto es que llegaría a un precio de risa, y que aportaría experiencia, además de un perfil del que no se dispone, pues es llegador, y abarca una gran cantidad de campo a lo largo de los 90 minutos. Y menos, si Arturo Vidal acaba haciendo las maletas y se marcha al Inter de Milán de Antonio Conte, como todo apunta. Pero, si la intención es rejuvenecer la plantilla, no consiguen mucho trayendo a un futbolista que en noviembre cumplirá los 30 años.

En medio de esta discusión, al ex de Feyenoord Rotterdam, PSV Eindhoven y Newcastle United le han comenzado a salir las dudas. Porque no quiere ir al Barça, si no será bien recibido. Además, no tienen en cuenta su valentía, pues dejaría un proyecto ganador, y consolidado, como el del Liverpool, para irse a uno que está en construcción, como el del Barça. Motivo por el que ha reculado, y ahora estudia seriamente sus opciones.

Y Jürgen Klopp trabaja en convencerle para que se quede, algo que, a estas alturas, parece muy probable, y que renueve su vínculo. Prefieren deshacerse de Naby Keita, que no ha cumplido con las expectativas desde que llegó, en 2018, procedente del RB Leipzig.

Los ‘reds’ pueden asestar un golpe letal a Koeman.