José Mourinho prende la mecha antes del derbi y Mikel Arteta estalla

El entrenador portugués no ha dejado indiferente a nadie

El derbi del norte de Londres siempre ha sido de los más calientes en toda la Premier League, sin embargo esta temporada había perdido parte de sus alicientes por el nivel mostrado por ambos clubes y su posición en la tabla. Sin embargo, José Mourniho, un hombre al que no le gusta quedarse callado, ya se ha encargado de prender fuego con sus palabras a un encuentro que promete altas temperaturas, si bien ambos conjuntos llegan en estados de forma muy diferentes. 

La época en la que Arsene Wenger lideraba al equipo gunner para quedar siempre por delante de los Spurs terminó tiempo atrás, hace cuatro años que el Arsenal queda en la clasificación liguera por debajo de sus máximos rivales, y el técnico luso quiere ir a por un quinto. En la previa, ante los micrófonos de varios medios, dijo que estaba tranquilo con respecto al partido, y que no se fija en ellos porque él mira “hacia arriba, no hacia abajo”. Para después volver a hurgar en la herida al decir que si el Arsenal estuviera siete puntos por encima (como están ellos) lo miraría, pero no es así. 

Más tarde quiso matizar un poco sus palabras y mencionó el profundo respeto que tiene tanto por Mikel Arteta como por el proyecto de mejora deportiva en el que está inmersa la entidad. Lo cierto es que ambos clubes no llegan especialmente bien, sobre todo en lo que respecta a posición en la tabla (el Arsenal está décimo y el Tottenham séptimo, posiciones vergonzosas para dos miembros del Big Six), si bien los de Mourinho han entrado en una racha positiva encadenando cinco victorias consecutivas. 

El equipo de Harry Kane y compañía quiere seguir escalando y salir de un lugar que por nivel de juego no se merecen, según palabras de su propio míster. Por otro lado, Mikel Arteta está en la cuerda floja, acercándose cada vez más a un descalabro histórico como sería el no clasificarse para ninguna competición europea, algo que no sucedía desde la temporada 95/96. La presión es máxima para un técnico vasco que deberá ir a por todas si quiere convencer a la directiva y seguir al mando del equipo la temporada que viene.