James Rodríguez trama su venganza contra Zidane, y no está solo
El colombiano se vale de la Premier League para ello
No hay rencor oficial, al menos superficial, o llámenlo palpable, pero de una forma u otra James Rodríguez sí tiene una cuenta pendiente contra el Real Madrid, Zinedine Zidane y su imagen perdida en el seno de la entidad de Concha Espina. También por su fichaje frustrado por el Atlético de Madrid la campaña pasada, que sigue sin entender. Y por todo ello se va a valer de un cómplice de oro y de la Premier League para vengarse de todo el entorno blanco y especialmente del míster que no confío en sus cualidades.
La primera pequeña victoria ya la ha conseguido de la mano del que fuera mentor y máximo aliado de Zizou en el Madrid: Carlo Ancelotti. El míster italiano ha demostrado ser el mayor valedor de la calidad de James y tanto es así que pese al poco tiempo que lleva en el equipo lo puso ante el Tottenham de titular. Pues bien, James cuajó un notable partido, aunque algo fuera de forma, y su equipo doblegó a uno de los grandes. Pinta bien su aventura.
El colombiano sabe que aún no han hecho nada y que resta un largo camino por delante para conseguir situarse entre el escalafón de jugadores que, a su juicio, por calidad y presencia, él nunca debió abandonar. Y ese es el de los mejores jugadores de la liga, en este caso la británica. Se ha tildado la salida de James a los toffes como un paso atrás en su carrera por las metas menores que tienen los de Liverpool con respecto a clubs de mayor entidad en los que ha recalado, como el propio conjunto blanco o el Bayern de Múnich, pero James no opina igual.
De hecho tanto él como su representante, Jorge Mendes, tomaron la vía del norte de Inglaterra por ser la mejor para su progresión: la mejor liga, en un rival sin presiones y con un entrenador que le valora. James tiene una larga temporada por delante en la que piensa ocupar una posición preponderante en los tabloides y ser uno de los jugadores destacados de la Premier, con el propósito de relanzar su carrera y, de paso, dar en los morros a todos aquellos que en el Real Madrid no confiaron en su figura.