James Rodríguez quiere hacerle un favor a Zidane: reconciliación lista

El Real Madrid y el Everton estrechan lazos

Tras un verano de lo más movidito en los despachos del Santiago Bernabéu varios de los jugadores más queridos por la afición vieron la puerta de salida por los pocos minutos que tenían con Zinedine Zidane y por lo turbia que era su relación con el entrenador francés. Sin embargo, otros efectivos importantes en los últimos años intentaron seguir el mismo camino y dejar Madrid atrás, pero su alto precio y su desorbitado salario dificultó mucho la operación.

Por un lado, James Rodríguez, tras un año sumamente complicado por lo poco que contaba para Zidane, puso tierra de por medio y se marchó a un club con aspiraciones menores, el Everton, pero donde se asegura contar incondicionalmente con una buena cantidad de minutos a las órdenes de Carlo Ancelotti.

La cara oscura de la moneda la puso Isco Alarcón, que atravesando una situación semejante a la del cafetero en el último curso no se decidió a abandonar el Real Madrid para facilitar la llegada de algún refuerzo que sí contase con la simpatía de Zinedine Zidane. El jugador malagueño ha sido sumamente criticado por la afición blanca en los últimos meses por su nefasta condición física y su poca implicación cuando saltaba al terreno de juego, algo que terminó colocándole en la puerta de salida.

Tras dos meses de competición en los que la situación de Isco se ha agravado aún más, Ancelotti y James Rodríguez han fijado sus ojos en él para poder incorporarle en la próxima estación invernal. Isco apenas tiene minutos a las órdenes de Zidane y los pocos que está teniendo no están convenciendo para nada al técnico, que no dudaría en dejarle marchar si la oferta alcanza las pretensiones de Florentino Pérez, unos 45 millones de euros.

Al igual que ha ocurrido con el talento colombiano, el español podría seguir el mismo camino y, defenestrado por su poca repercusión en el Real Madrid las últimas temporadas, podría aventurarse en un nuevo reto en el que sí que sea verdaderamente importante para el entrenador, y no cabe duda de que con Carlo Ancelotti lo sería. El italiano ya lo tuvo a sus órdenes durante su estancia en el banquillo merengue hace seis años y ha podido dar fe de la calidad que atesora en sus piernas. Con la confianza suficiente y con la puesta a punto de su forma física, Isco podría recuperar la versión que enamoró a Europa hace algunos años, aunque tenga que hacerlo en un club de menor índole.