Guardiola le roba a Florentino no solo al crack sino también su modelo

Hasta ahora el Real Madrid y el Manchester City tenían dos modelos muy diferentes para incorporar a jugadores: mientras que los ingleses seguían fichando a base de euros a grandes jugadores a nivel mundial, el conjunto español del Real Madrid había evolucionado de esa política de galácticos a otra bien distinta de jóvenes que prometían pero que aún no habían roto el cascarón y que, por tanto,  salían muy económicos. Así, ninguno de los dos clubs entraba en conflicto. Hasta hoy.

Resulta que hace apenas unas horas se ha anunciado por parte del equipo vendedor, el Partizan de Belgrado, que su canterano, y ya jugador del primer equipo, Filip Stevanovic ha sido traspasado al equipo inglés del Manchester City por unos 8 millones de euros, cifra muy alejada de los gigantescos traspasos que acumulan los citizens en la última década.

Pues bien, esto ha supuesto un antes y un después en el mercado europeo porque es toda una declaración de intenciones: el City entra a competir con el Real Madrid en la búsqueda e incorporación de jugadores prometedores que están a punto de convertirse en estrellas, un nicho hasta el momento solo explorado con gran acierto por el Real Madrid en cuanto a equipos potentes europeos se refiere.

Stevanovic se incorporará al City en enero de 2021 y sus características más importantes son la de ser un extremo zurdo con buen golpeo con ambas piernas y una velocidad endiablada. Ahora será Pep Guardiola quien deba guiar al chaval, de tan solo 18 años, para que se adapte cuanto antes a la Premier League y para que pueda ayudar a los mancunianos en su objetivo de levantar la Champions League del 2021, trofeo que se le resiste a Pep desde el 2011.

Mientras tanto, en las oficinas del Santiago Bernabéu están aún recomponiéndose de la noticia, ya que ha sido un palo durísimo constatar que un club como el todopoderoso City entra ahora a luchar por este tipo de jugadores que hasta la fecha no lo hacía. Ahora bien, nada ni nadie parece poder evitar que Kylian Mbappé, el sueño dorado de Florentino Pérez, vaya a terminar vistiéndose de blanco el próximo verano y eso es lo que anima al presidente blanco a seguir adelante a pesar de todo.