El niño bonito de Can Barça, KO: Jürgen Klopp evita el regreso soñado
El entrenador alemán le quiere en Liverpool a toda costa
Es cierto que Adama Traoré ha perdido fuerza mediática respecto al último verano, un periodo en el que varios de los grandes clubs europeos trataron de hacerse con sus servicios, pero dado el alto precio exigido por el Wolverhampton finalmente esa posible venta se truncó, siendo el FC Barcelona, el Liverpool y el Manchester City los tres equipos que más cerca estuvieron de él. No obstante, aunque esta temporada el jugador español se ha evaporado de la primera escena mediática sigue albergando tras de sí el interés de Jürgen Klopp y del conjunto catalán, que hasta hace pocos meses era el favorito para incorporarle y cerrar así el regreso soñado.
En tal caso, no parece que esto vaya a producirse ya que ahora los intereses del Barça miran hacia otro lado y el alto precio en el que aún sigue estando valorado Adama imposibilita cualquier tipo de negociación con el club, más aún si tenemos en cuenta la fuerza con la que -según han afirmado varios medios ingleses- Klopp está tanteando al extremo, aunque es cierto que esta temporada los números del extremo de los Wolves están dejando mucho que desear (solamente 3 goles y 2 asistencias en 36 partidos disputados).
Eso sí, la posible marcha de Mohamed Salah al PSG -cada vez está cogiendo más fuerza este posible negocio- ha provocado que el técnico alemán esté muy pendiente de la evolución de los jugadores que llevan sonando a lo largo del curso para aterrizar en Anfield, como el propio Adama Traoré, a pesar de que el Wolverhamtpon ha tratado de extender la vinculación del jugador dos años más (hasta 2025), pero el canterano de La Masía parece estar decidido a dar ese salto de calidad en su carrera deportiva para luchar por los títulos más reconocidos a nivel de clubs, un deseo que podría cumplir si el Liverpool se decide a desembolsar los 60 millones estipulados por el conjunto negriamarillo para dejar salir a su estrella.
Así pues, parece que nadie privará a Adama de dar ese salto de calidad el próximo verano y, si finalmente va convocado a la Eurocopa por parte de España, tendrá una oportunidad de oro para demostrar que sí merece el reconocimiento que se ganó el año pasado.