El favorito de CR7 se aleja y rompe los esquemas, terrible noticia
El jugador portugués se ha quedado sin palabras y le han tendido la mano
No es ningún secreto a día de hoy que Mesut Özil ha caído en el ostracismo más absoluto futbolísticamente. Realmente salvo dos temporadas en las que sí que ha brillado como se espera, el Arsenal no pueda catalogar su etapa como gloriosa.
Y es que el crack de ascendencia turca ha estado lastrado por una pasmosa irregularidad que ha dinamitado sus aspiraciones en Londres. Tras unas últimas campañas tremendamente complicadas en el plano personal en las que ha pasado prácticamente desapercibido, está mirando al mercado invernal para cambiar su rumbo y aventurarse en una última experiencia.
El Fenerbahçe lleva mostrando un interés muy alto en el jugador durante los últimos veranos y, según afirma el diario deportivo alemán Bild, podría cumplir con sus propósitos en la próxima ventana de enero. No obstante, el jugador acarrea unas molestias en la espalda desde el comienzo de la temporada y todavía no parece haberse recuperado, por lo que los otomanos valoran la posibilidad de esperar a junio -cuando acabe su contrato- para incorporarle.
Aunque durante su etapa como jugador del Real Madrid llegó a convertirse en uno de los mejores jugadores del mundo, desde que abandonó su temible sociedad con Cristiano Ronaldo y Karim Benzema no ha vuelto ser el mismo jugador y ya casi nadie alberga esperanzas de volver a ver su mejor versión. Özil tiene ya 32 años y la dinámica que atraviesa es realmente desgarradora.
Por ello, por su pasmosa discontinuidad y por el descabellado salario que recibe (es uno de los jugadores mejor pagados de la Premier League) es que los gunners no le han puesto sobre la mesa una oferta de renovación. A pesar de que el talento alemán tiene otras opciones desde Catar y desde la MLS, su deseo es seguir jugando en Europa y, aunque tenga que hacerlo en una liga de menor magnitud, podría precipitar su llegada al Fenerbahçe cuanto antes para tratar de recuperar, aunque sea a pinceladas, esa calidad que maravilló al mundo cuando vistió la elástica blanca: una de las grandes decepciones cambia de rumbo ante el estupor de los mayores colosos europeos que han tratado de atarle durante la última década.