Boehly, como Abramóvich: tras Sterling y Nkunku, bombazo de 100 kilos
El mandatario del Chelsea continua la premisa del magnate ruso
La salida de Román Abramóvich del Chelsea a comienzos de 2022 supuso un antes y después en Stamford Bridge. Tras 20 años en la cúpula del club, el magnate ruso se vio obligado a abandonar por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, algo que propició la posterior llegada de Todd Boehly a la entidad.
Eso sí, poco o nada se ha notado en la toma de decisiones la ausencia del ruso ya que el nuevo presidente del Chelsea está continuando con la misma dinámica de Abramóvich en cuanto a realizar grandes desembolsos en el mercado se refiere: si jugadores como Sterling, Koulibaly, Aubameyang, Cucurella o Fofana llegaron en verano a cambio de más de 200 millones de inversión, Nkunku lo hará en 2023, salvo sorpresa mayúscula.
Pero aquí no se queda la cosa y, si ya la estrella del Leipzig supondrá un golpe de autoridad al mercado atendiendo al gran elenco de pretendientes que atesora el francés, Boehly tiene otro bombazo millonario preparado: Declan Rice. Tal y como ha informado 90min en las últimas horas, el mandatario quiere afianzar el proyecto de los blues con la llegada del centrocampista inglés, quien milita actualmente en el West Ham United y quien ya estuvo a punto de aterrizar en Stamford Bridge el verano pasado.
En este sentido, la continuidad de Kanté y Jorginho, dos jugadores que apuntaban a un adiós sin vuelta atrás, y el alto precio exigido por los hammers para dejar salir a su estrella, 120 millones, fueron determinantes para frustrar el traspaso. No obstante, ni mucho menos el jugador ha cerrado la puerta a cambiar de aires si la oferta lo merece tanto en el plano económico como, sobre todo, en el deportivo.
A colación de esto, Boehly no quiere dejar pasar la oportunidad que se le presenta en 2023: con Kanté y Jorginho ya fuera del equipo -dado que ambos finalizan contrato- y con Rice deseando dar un salto de calidad en su carrera, el inglés de 23 años se postula como la próxima gran inversión del presidente británico, una inversión que esta vez conllevará por sí sola un desembolso de 100 millones de libras.
Salvo un giro de guion radical, el futuro de Declan ya está escrito.