Bin Salman tiene un sueño oculto y juega en el Bernabéu ¡Es posible!

Si ya de por sí la Premier League posee un fondo de armario económico que le permite realizar grandes inversiones, ¿qué no podrá hacer un club histórico, con una de las aficiones más importantes de Inglaterra como es el Newcastle con los millones que vienen desde Arabia Saudí? Y en esta tesitura se mueve parte del fútbol de élite, que espera una reacción e irrupción fulgurante de las urracas cuando se confirme que arranca este nuevo proyecto. Y en él puede tener cabida la solución más rocambolesca y a la vez más gratificante para los intereses del Real Madrid.

Los hinchas del Santiago Bernabéu, los incondicionales de medio mundo del Madrid y sobre todo Zinedine Zidane y Florentino Pérez arrancan este tramo final de la temporada 2019/20 con la ilusión de tratar de revertir la situación en LaLiga y la Champions League y con la esperanza de lograr crear una gran plantilla para la 2020/21, al menos lo más competente posible. Ambas temporadas, tras el parón por el Covid-19, parece que se pueden solapar en un extrañísimo verano en el que puede verse a jugadores defender en una semana unos colores, fichar por otro equipo y a la semana siguiente ponerse la elástica contraria. Es factible.

Y en el caso de Gareth Bale y el club de Concha Espina, así como su masa social, un cambio no solo podría ser posible, sino también ventajoso. Si es cierto que el príncipe saudí, que va a comprar el club magpie, anhela cumplir el sueño de tener al Expreso de Cardiff en sus filas, sería una bendición para el futbolista y el mismo club de Chamartín. Para ello, Bin Salman, que también otea la posibilidad de James Rodríguez o Philippe Coutinho, conoce las condiciones que impone el galés y su agente, Jonathan Barnett: su ficha no se toca.

El extremo no va a renunciar a su salario pero eso no significa que no desee un cambio casi tanto como lo espera su técnico. Zizou mira a Newcastle-upon-Tyne y St James' Park cruzando los dedos, espera que el dinero y los petrodólares puedan obrar la magia de librarle del británico, con el que nunca ha conectado. Sin Bale, todo lo demás en el panorama blanco se aclara.