100% inesperado: la opción Nº1 de Florentino para olvidar a Asensio es cara, pero gusta al Bernabéu

El mandatario esclarece sus planes en el mercado

El Chelsea es uno de los equipos que más dinero están llamados a invertir a lo largo del próximo mercado de traspasos estival, pero eso obligará al club a prescindir de otros tantos jugadores y uno de ellos, Kai Havertz, es el hombre que viene a protagonizar estas líneas.

El atacante alemán es uno de los futbolistas que mejor rendimiento han ofrecido en Stamford Bridge durante las dos últimas temporadas a pesar de todos los problemas sufridos por el equipo, pero ahora es uno de los hombres que podrían ver la rampa de salida del club para hace caja y, sobre todo, liberar masa salarial. Como apunte, Havertz es uno de los jugadores que ostentan un salario más elevado dentro de la plantilla de los blues.

Y atención, porque esta predisposición del Chelsea a traspasar a Havertz ha sido clave para que Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, haya situado al talento germano de 23 años como su opción número uno para ocupar el vacío que dejará Marco Asensio de forma inminente.

El futbolista mallorquín ya ha confirmado su adiós al Real Madrid y aunque la salida del español, quien lo tiene hecho con el PSG, no dejará dinero en las arcas del club, Florentino es consciente de la necesidad que tiene el Chelsea de vender jugadores podría abaratar el coste de Havertz de forma notoria, un jugador que está abierto a negociar su llegada al Santiago Bernabéu.

Aquí hay que recalcar que el plan de Florentino no es, ni mucho menos, acercarse a los 80 millones para cerrar este movimiento ya que, con futbolistas de ataque como Vinicius, Rodrygo Goes, Fede Valverde y Karim Benzema en la plantilla merengue (a falta de confirmarse la continuidad del francés), la titularidad de Havertz no estaría garantizada, pero Carlo Ancelotti sí que ansía disponer de un crack que, aparte de hacer olvidar a Asensio, dé un paso adelante en los momentos clave cuando los teóricos indiscutibles no ofrezcan la mejor de sus versiones: la oferta blanca, puestas las cartas sobre la mesa, rondará los 50 kilos.