Esperanza para Atleti y Simeone, y no es João Félix: el 10, muy cerca

Hasta Paul Pogba, que se ha perdido el Mundial, podría decirle al Cholo Simeone cuál es la clave para sacar la cabeza tras el mal inicio de temporada del Atleti, que se ha quedado prácticamente sin opciones de pelear con FC Barcelona y Real Madrid (primero y segundo, respectivamente) por LaLiga y, a la vez, ya no volverá a jugar en Europa hasta la temporada que viene (está por ver). Y hablamos del francés de la Juventus porque es amigo y compañero del 10 convertido de Francia, ese que necesita el Atlético de Madrid en su equipo: Antoine Griezmann.

El nivel del galo con les bleus está siendo excelso en la Copa del Mundo de Qatar, siendo, creemos, el mejor del combinado de Didier Deschamps incluso por encima de Kylian Mbappé. Y eso es porque tal y como sucedió con Leo Messi en su salto al Barcelona, el jugador del francés está más cómodo un paso por detrás del nueve, incluso más atrás de un teórico falso nueve, es decir, lleva el 7 a la espalda con la selección, pero Griezmann está siendo letal de 10 al uso.

Si nos fijamos en el rol que ocupa en el esquema del Cholo Simeone; por ejemplo, el que ocupó en el último partido de liga -por cierto, con derrota ante el Mallorca, 1-0- vemos que Griezmann ocupó la demarcación de delantero, a veces de nueve puro o, como en este caso, junto a Álvaro Morata. En un 4-4-2, el francés se mueve por una franja del campo mucho más acotada, espera más balones y participa mucho menos de la circulación del esférico.

Por el contrario, el seleccionador nacional galo le ha colocado por detrás del tridente de ataque que forman Giroud, Ousmane Dembélé y Kylian Mbappé; a modo de enganche entre el centro del campo, normalmente con un doble pivote de mucho músculo y recorrido, y la delantera, donde hay dos extremos, que deben ayudar en el repliegue, y un nueve puro. Ahí, justo por detrás del trío de ataque, por delante del doble pivote, es donde sale el mejor Griezmann, el que hace jugar, el que crea espacios, el que descoloca la franja defensiva del rival, el que filtra balones, el que aparece por sorpresa de segunda línea... El 10 típico, esa pieza que le falta al Cholo, está al alcance de la mano. Lo saben bien Deschamps y Pogba, y ahora lo disfruta Mbappé.