El MVP del Mundial de Qatar no es ni para Leo Messi ni para Mbappé

Si gana su selección, muchos entrenadores de la élite firman su proclamación

El marketing y la imagen, más aún en un país con una cultura futbolística pobre, como es Qatar, tienen un peso sideral en el fútbol moderno (se ha visto con ciertos MVPs y no solo en este Mundial) incluso algunas operaciones por jugadores se rigen en un alto porcentaje por estos condicionantes, de ahí que Leo Messi o Kylian Mbappé acaparen focos en sus equipos, en los dos finalistas, pero lo cierto es que en el cuadro sudamericano habría que poner en valor la figura de Julián Álvarez, pero sobre todo en el bando francés hay que ensalzar al que puede ser el mejor y más determinante jugador de Francia: Antoine Griezmann.

Ayer sí fue reconocido como el mejor del partido ante Marruecos (2-0), pero lleva siéndolo, para muchos analistas, desde que arrancó el trayecto de les bleus en la cita mundialista. Quizá para algunos atléticos, también para varios aficionados culés, sea sorprendente tanto esta afirmación como ver sobre el césped la confirmación, pero lo cierto es que la figura del 7 francés se ha agrandado tanto con Didier Deschamps que ya es, por derecho propio, el jugador más importante de la campeona.

Con dos pivotes por detrás, Mbappé y Ousmane Dembélé de referencias en banda y Olivier Giroud en punta, Griezmann obtienen la libertad para actuar por donde quiera, en esos espacios libres que existen entre Rabiot y Tchouameni (ayer Fofana) y los tres jugadores de ataque. Y allí despedaza líneas rivales, pone pegamento a las propias y encima ayuda en la presión, roba balones, monta contrataques y filtra pases. Lo hace todo y todo bien.

Es el 10 que pidió ser en el FC Barcelona, ese que es Leo Messi en Argentina en muchos tramos de los partidos de la albiceleste, pero con muchísimo más trabajo. La capacidad de sacrificio de El Principito es descomunal tanto en labores defensivas como en la presión para recuperar el balón y, por ello, resulta crucial su función para el juego directo y rocoso de Francia. Por eso Griezmann, siempre el hombre libre que encuentran sus compañeros, es el compás que hace girar a la finalista y este rol maravilla a los técnicos del torneo, que lo eligen como un jugador clave. De modo que si Francia revalida título, Griezmann le puede quitar a Mbappé el MVP, y sería de justicia (salvo locura en la final del jugador del PSG)