Argentina pide a Messi el oro: Maradona mira, Arabia Saudí se lo sirve
El 10 de la albiceleste se enfrenta al gran reto de su vida
Sí, la Copa América fue un alivio para Leo Messi en 2021, al menos para su cara B, donde siempre fue mirado con un ojo más crítico. Hace no mucho que allá, en su patria, en Argentina, se veía con incredulidad y en ciertos sectores con rabia su estado de forma divino en el Barcelona y cómo este no tenía su homologación en la selección, donde en muchos casos hacía agua. En la actualidad, en Qatar, la albiceleste goza de buena salud, como su crack, son favoritos, de modo que la sombra de Maradona, ya vetusta, busca nueva estrella, esa que necesita la carrera redonda del 30 del PSG.
Porque seamos sinceros, los jugadores veteranos -está pasando con Cristiano Ronaldo o Robert Lewandowski- evitan hablar de su último mundial refiriéndose al actual, pero lo cierto es que el tiempo impedirá, más que probablemente, a todos aquellos por encima holgadamente de la treintena llegar a Canadá, México y Estados Unidos. Así que sí, este es el último baile para varios de ellos, entre los que está el jugador del Paris Saint-Germain.
Hoy (Estadio Icónico de Lusail, Doha. 11.00, hora española) la Argentina tiene un debut plácido, frente a una selección de tercer orden, como es Arabia Saudí (si existe un último peldaño, ahí está), y por tanto el choque se presta a ganar sensaciones para el combinado sudamericao sin pisar el acelerador; podrán arrancar con fuerza y mirar hacia los próximos seis partidos. Para Messi la prueba, esta y las que vengan, será mucho más intensa, a flor de piel, ya que Diego Armando Maradona, que seguirá siendo venerado con y sin Messi en el país de ambos, sigue siendo el último héroe del pueblo. Y eso pesa; vaya que sí.
¿Las comparaciones son odiosas? Desde luego, no es nuestra intención hacer tal cosa, pero sí que es cierto que, en la carrera de toda leyenda del fútbol, a la hora de la evaluación final, uno mira más de cerca sus éxitos en la Copa del Mundo, el lugar en el que todo aspirante a Dios debe rendir cuentas para encontrar su hueco en el Olimpo. Messi, que recela de esas categorías, no elude que esa presión está ahí y la necesidad aprieta: este, el de Qatar, será su examen final, la última prueba, la oportunidad definitiva; sin él, su obra quedará incompleta y El Diego, lejos. Otra vez. No es cuestión de comparar, es que es necesario pedirle a la perfección mesiánica un Mundial. Sin la copa del oro, no hay gloria absoluta.