Sergio Ramos atormenta a Al-Khelaifi y el Madrid festeja el triunfo

El camero vuelve a romper el guion de Mauricio Pochettino

El PSG afronta el segundo tramo del curso con un objetivo claramente establecido, ganar la Champions League, pero Sergio Ramos ha vuelto a asestar un golpe a esa idea que tienen en el Parque de los Príncipes: el defensa sevillano se ha resentido de la lesión que le tuvo apartado más de seis meses en 2021 y no estará a disposición de Pochettino para afrontar el primer duelo de octavos de final contra el Real Madrid.

Dicho compromiso, que tendrá lugar el próximo 15 de febrero en territorio parisino, estaba marcado en rojo en el calendario del futbolista español ya que sería la primera vez que Ramos se viera las caras con el conjunto blanco tras su salida de Chamartín el pasado verano. Pero no, según los últimos reportes médicos no parece que el jugador vaya a estar a disposición del técnico argentino para ser de la partida en ese primer choque trascendental que afronta el PSG en 2022.

Para más inri, la nueva lesión del zaguero de 35 años no es la única nota negativa del PSG este final de mercado invernal. Ramos ya se ha perdido 23 partidos con el conjunto francés, al que llegó comienzos del mes de agosto de 2021, y ese dato avala la excelente decisión tomada por el Real Madrid abriéndole la puerta de salida de Concha Espina. Y es que, más allá de que su rendimiento en París esté siendo nefasto, retener al jugador con las exigencias económicas que este dejó sobre la mesa habría imposibilitado cerrar el fichaje de David Alaba, que cobra un sueldo similar al excapitán blanco.

Eso sí, el rendimiento de uno y otro pone en evidencia que la gestión de Nasser Al-Khelaifi a este respecto no ha sido la mejor y que Florentino ganó la partida al presidente catarí, el gran triunfo del Madrid en 2021.

En definitiva, el magnate y Pochettino tienen un motivo de peso para estar preocupados con el jugador y, aparte de que resulta una baja muy importante para ese primer duelo europeo frente a los blancos, su molestia en el sóleo supone un nuevo capítulo que avala el error que cometió el PSG accediendo a sus exigencias contractuales.