Se lució en el Barça en tiempos de Messi y Fábregas, desquició a Ramos y será enemigo 23/24 del PSG

Alexis Sánchez se ha convertido en una de las sensaciones de la temporada en la Ligue 1

El PSG está a punto de certificar un nuevo título liguero, algo que afianzará sumando un solo punto entre los dos partidos que le restan por disputarse al conjunto dirigido por Cristophe Galtier, pero cabe señalar que el conjunto capitalino ha tenido serias dificultades durante todo el curso para despegarse en la clasificación del Olympique de Marsella, equipo que, gracias a las excepcionales prestaciones de Alexis Sánchez, ha podido plantar cara al conjunto parisino durante una gran parte de la campaña.

Precisamente el futbolista chileno de 34 años es hoy protagonista porque, dada su enorme contribución en la presente temporada, 17 goles y 3 asistencias, su actual club ha decidido sentarse a negociar una extensión de su contrato hasta el 30 de junio de 2024.

La carrera deportiva de Alexis Sánchez ha vivido todo tipo de situaciones ya que, tras brillar en el FC Barcelona en una época en la que jugadores como Leo Messi, Cesc Fábregas, Xavi Hernández o Andrés Iniesta eran los grandes ídolos de la afición, ha vivido etapas muy dispares en Inglaterra, Italia y Francia, habiendo mostrado dos caras totalmente opuestas: en el Manchester United y el Inter de Milán decepcionó enormemente, pero su nivel en el Arsenal y el Olympique de Marsella ha sido esplendoroso.

Alexis se ha convertido en uno de los nombres propios de la temporada en la Ligue 1 y Sergio Ramos, actual zaguero del PSG, es uno de los jugadores que más han sufrido esto. Ambos ya se conocían del pasado cuando militaban en Real Madrid y FC Barcelona y, si ya en aquellas el sevillano tuvo muchas dificultades para frenar al chileno, esta temporada se ha producido una situación similar en los encuentros disputados entre los dos gigantes galos.

Esto, amén de su registro goleador, ha convencido a la directiva del club marsellés a poner sobre la mesa una oferta de renovación que, si nada se tuerce, podría cerrarse antes incluso de que finalice el campeonato regular.