Primer choque fuerte entre Koeman y Bartomeu. Motivo: Luis Suárez

En Barcelona sabían que esto iba a ocurrir, pero no que fuese a verlo todo el mundo

La prensa deportiva de la ciudad condal ya venía advirtiendo de esta situación y finalmente se han cumplido todos los presagios del gremio en cuestión: Luis Suárez iba a ser motivo de disputa entre la directiva y el cuerpo técnico viendo como los dos entendían la situación del charrúa. Y finalmente así ha sido. 

Ha quedado clara como el agua la postura del entrenador holandés con la no convocatoria del delantero uruguayo para el primer partido amistoso de la temporada ayer frente al Nastic de Tarragona. Durante la semana se hipotetizaba con la supuesta marcha atrás del club con respecto al caso Luis Suárez, pero este cambio de parecer venía orquestado desde la directiva. 

Bartomeu y los suyos, ante el gris panorama que se vislumbraba con respecto a la llegada de un delantero, se plantearon la opción de quedarse con Suárez un último año para asegurarse, al menos, a un killer contrastado, aún a sabiendas de que eso supondría renunciar a ingresar algún millón por el jugador, y lo que es más significativo, a pagar por completo su ficha en este último año de contrato. 

Ahora bien, que se estuviese ideando esta posibilidad desde los despachos del Camp Nou no significa que el cuerpo técnico, con Ronald Koeman a la cabeza, compartiese la misma idea. Ni Koeman ni ninguno de sus ayudantes quieren a Suárez en el vestuario. Le consideran tóxico y por ello no se plantean, ni por un segundo, que el uruguayo permanezca un año más con la camiseta blaugrana. Tanto es así que Koeman le ha dejado fuera de su primera convocatoria, pasando olímpicamente de lo que la directiva ha dejado entrever en los últimos días.

Lo de Koeman con esta lista es un aviso para navegantes: “si me has llamado para pilotar esta nave, déjame coger los mandos” ha venido a decir el holandés. Bartomeu ya sabe que si Suárez se queda, será para pasarse el año en la grada, y pagar a una persona más de 10 millones de euros para tenerle sentado, es algo que pone nervioso a cualquier presidente. Es por ello que el presidente del Barcelona ya sabe cuál es la única opción: deshacerse de Luis Suárez antes de que se termine el mercado de verano.