Neymar tiene un plan y está enfadado ¡Tiembla Europa y Leo Messi alucina!
Le ha hecho saber esto a su entorno y compañeros del Paris Saint Germain
Piensen ustedes, objetivamente, qué jugadores consiguen sorprenderles cada fin de semana. Háganse una lista de los que -ya sea en un vídeo a través de Youtube con los highlights de cada Liga, en directo en el estadio los más afortunados o en diferido aquellos que siguen las grandes ligas europeas y americanas con el pago por visionado- hacen que se levanten de la silla del escritorio, de la butaca o del sofá de casa cada siete días. Si ya la tienen lista, y de ella eliminan todos los asuntos extra futbolísticos, es decir, aquellos ajenos al baremo del tapete verde, verán que Neymar Junior está en los puestos preferenciales, quizá justo al lado de Leo Messi.
No puede ser de otra manera. El jugador brasileño, amado por unos pocos ahora y odiado por otros muchos en este instante, es una maravilla de futbolista. Tiene recursos para todo y cada uno de ellos es decisivo. Centrado en el juego y en forma, es casi el jugador más desequilibrante del mundo en el uno contra uno. Su velocidad en conducción es endiablada y tiene olfato de gol, es el tercero de la lista en la Selección Brasileña con 61 tantos, solo por detrás de dos chicos llamados Ronaldo, con 62, y un tal Pelé, con 77.
Si a eso unimos que su maduración como futbolista le ha llevado a tener una visión de juego mucho mayor, que es uno de los mejores lanzadores de falta que hay y que técnicamente es casi perfecto, podemos encontrar las razones por las que Neymar, odiado o no, está en nuestra lista. Y si no vayan metiéndole: vean su última genialidad ante el Estrasburgo.
El brasileño, que debutaba en liga este año con el PSG, fue decisivo, salió al campo, participó de todo lo bueno del París Saint Germain, anotó dos goles (uno se lo anularon) y se fue. Ante los micrófonos no ocultó su decepción por no salir en verano y por la pitada de su afición. Pero también sentenció que puede vivir con ello.
Repudiado por sus hinchas, va a utilizar ese enfado como un acicate para llegar al más alto escalón del fútbol mundial. Y ese es su plan, saltar al césped solo centrado en ser el mejor, aunque solo sea para callar bocas, que es lo que más desea.
Lleva mucho tiempo rumiando esa idea; demasiado recibiendo en silencio críticas por sus desplantes al club, su intención de volver a Barcelona, la denuncia por violación, las lesiones, su vida privada… y ahora es el momento de hablar sobre el terreno de juego. Y ahí sí que es uno de los más dotados de argumentos.