Messi le despide y el PSG firma su peor negocio: ruina total en París

El delantero se marcha pero en el club van a seguir pagándole en una operación inaudita

La relación de Mauro Icardi y el París Saint Germain va a quedar marcada para siempre como uno de los negocios más ruinosos que pudo hacer Nasser Al-Khelaïfi. El potente delantero argentino jugó una primera temporada en calidad de cedido en el conjunto parisino pero en la campaña siguiente, en el verano del 2020, el PSG desembolsó nada menos que 50 millones de euros por el ariete pensando en que podría ser un complemento ideal para Neymar o Mbappé en la zona de ataque.

Sin embargo, a Icardi le ha costado mucho llegar a brillar en el Parque de los Príncipes y la alta competencia y la llegada en los últimos tiempos de Leo Messi para formar el tridente ofensivo le han ido dejando sin sitio. Protagonista muchas veces por asuntos extradeportivos, el delantero necesitaba un cambio de aires y el París Saint Germain tenía mucha urgencia de dar salida a un futbolista con el que el nuevo técnico Christophe Galtier no contaba lo más mínimo, así que las partes encontraron la opción de la cesión al Galatasaray.

Sin embargo, la premura con la que se tuvo que cerrar todo ha hecho que las condiciones en las que se ha producido esta operación hayan sido de todo menos beneficiosas para el PSG. Tal y como desveló el propio Galatasaray en un ejercicio poco habitual de transparencia el club que preside Nasser Al-Khelaïfi asume prácticamente el 90% de la ficha de Icardi esta temporada y los turcos apenas el 10% pese a que jugará en el conjunto otomano. Es decir, que el París Saint Germain pagará casi íntegro el salario de un futbolista que no van a disfrutar a lo largo de todo un año.

Según lo publicado, la ficha de Icardi asciende a unos 6,75 millones de euros al año de los que el Galatasaray tan sólo va a poner 750.000 euros, es decir, que los 6 millones restantes los seguirá abonando Al-Khelaïfi. Esto suena, por lo tanto, a una medida desesperada por parte del París Saint Germain de deshacerse de un jugador que iba a causar más problemas deportivos de los que les gustaría en la capital francesa.